Las artes marciales como camino - FILOSOFÍA

PUBLICACIÓN POR CLAUDIA FIGUEROA OBERLÍN / 18 DE DICIEMBRE 2018 


Dice el Gran Maestro fundador del Aikidō, Morihei Ueshiba: «La verdadera ‘vía’ de las armas consiste, no solamente en neutralizar al enemigo, sino en dirigirlo, de tal forma, que abandone voluntariamente su espíritu hostil.»

El arte marcial, como tal, busca la conexión con lo divino, así como la música, la pintura o la poesía, por mencionar formas de expresión artística, solo a través de la práctica, pero cuando carece de esa conexión, se convierte en todo lo contrario a lo que realmente busca, el artista marcial se guía por un estricto código moral. Faltar a ese código es negarse a uno mismo como individuo y provoca perder la ‘vía’, así lo reconocen los grandes maestros de las artes marciales y, por lo tanto, la manera de recuperar el honor era a través de la muerte.

Las artes marciales van más allá de la técnica que se utiliza, esta solo es una herramienta para librarse de las ataduras del cuerpo y la mente. Los grandes maestros de las diferentes disciplinas dicen que el verdadero artista marcial es un guerrero, pero no todos los guerreros pueden llegar a ser artistas marciales, es decir, que las artes marciales son el camino que conduce hacia el contacto espiritual.

El código de honor, establecido en diferentes regiones de Oriente tiene distintas denominaciones y orígenes: en Japón es mejor conocido como el código Bushido, en China está basado en la filosofía taoísta, el que a su vez está tomado de la filosofía marcial que rige a todos los guerreros en la historia de la región china. Este código lleva implícitas las virtudes de justicia, coraje, benevolencia, respeto, honestidad, honor y lealtad; dichas virtudes se engloban en la templanza, y son el camino que debe transitarse en la ‘vía’ del guerrero.

Aunque las artes marciales no formen parte de nuestra vida, no se necesita practicarlas para inducir nuestra conducta en las virtudes; a modo de experiencia personal, basta con tener orden y ritmo para las cosas cotidianas, obtener disciplina y así conseguir una mejor calidad de vida.

Morihei Ueshiba (1883-1969), fue un artista marcial japonés de renombre, fundador del arte marcial del Aikidō.


Escritora Claudia Figueroa


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