por: Pablo Bejarano Leyendo Canción de Navidad de Charles Dickens, escuchando The little drummer boy en la voz de Frank Sinatra y teniendo, como fondo, pequeñas luces navideñas parpadeando en los pilares del café donde me encuentro, me he dado cuenta que todo me es familiar. Con esto quiero decir que me parecen enteramente navideños el libro, la canción y el entorno... como si todo hubiera formado parte de mi Navidad, de la Navidad guatemalteca desde siempre y para siempre. Semanas atrás, cuando el frío empezaba a sonreír sobre nuestra piel, cuando los primeros centros comerciales se incendiaron con el espíritu navideño y se me dio por escuchar Amarga Navidad de José Alfredo Jiménez, me emocioné de pensar que estábamos al borde de dicha temporada y que, seguramente, este año volvería a ser como recuerdo que fue... Hoy han pasado 24 y 25 de diciembre y no fue lo que esperaba. Estas cosas me han llevado a preguntarme: ¿por qué esperar la Navidad nos emociona tanto, pero cu
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