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Más de doce meses...
Más de doce meses, buenos, malos, normales, los que empezaron con lágrimas y los que terminaron con risas, ingenuidad e ignorancia que se prestaba para sembrar injusticia.
Horas perdidas y horas perfectas, la raíz de la mentira y ya la tierra abonada y fértil para trabajar con tiempos sin explicación y versiones distintas de una misma historia.
Besos que dejaban huella de un amor que se movía en tela de juicio.
Abrazos con puñalada incluida y el aroma único de tu cabello.
Noches donde la luna fue testigo de mi sueño y tu maldad al estar en brazos de quien ya hace mucho tiempo se había declarado mi enemigo sin yo saberlo.
Razones completamente desconocidas de tus acciones, una vez más mentiras que juran ser verdades y verdades recluidas en el frío fondo de tu alma.
Edgar Solís
Ciudad de Guatemala, 26 años.
Edgar Alberto Solís Vásquez (9 de junio del año 1991), nacido en hospital público, eran las ocho en punto cuando el llanto de patojo inocente se pronunció en la sala de maternidad, en la ciudad de Guatemala de la Asunción. Allá en aquel tiempo donde el dinero alcanzaba y el aire no tenía olor fétido, quien iba a decir quién iba a pensar, que desde ya, traía letras en las venas. De un barrio peligroso, estudios programados en supuestos liceos, el jolgorio del Brasileiro, el glorioso Juana de Arco y otros supuestos buenos colegios de la zona 1 establecidos en viejas casas grandes que eran de coroneles y precedentes de aquel entonces. Más mudanzas que momentos felices, ya el terreno se preparaba para que la literatura melancólica de su alma fuera para regalar. Mercadólogo de profesión y adorno. Residente de la nueva ciudad de Mixco, allí en las las madrugadas adornadas de disparos nacen los textos sin sentido y mal escritos que son "Peores para Curar Males".
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