Columna publicada previamente en el medio digital Reeditor el día 26 de enero de 2019.
Angie es joven,
amigable y de belleza increíble, tiene sentimientos tan hermosos que yo nunca
me cansaría de elogiarla dulcemente, el color de sus ojos es comparable a
cualquier reluciente joya, fácilmente roba deleitable admiración; es una excelente
emprendedora, todo lo que se propone lo ha logrado y es una gran profesional en
el campo de la educación. Casi en todo le ha bien, excepto en el amor de pareja,
ya que el hombre que ha tenido el grandioso y único privilegio de posar sus
labios y manos en su tersa piel, no ha sabido amar a tan distinguida dama.
Así como esta historia,
en nuestro entorno viven incontables parejas, en exclusiva abundancia de
apariencia, comparten un techo por obligación no por amor, viven juntos por
compromiso; vínculos de hijos, dinero, negocio, trabajo, etc. Vivir con alguien
a quien no se ama es no amarse uno mismo; no es posible apreciar el adorable
encanto del presente que la vida nos otorga gratuitamente. Y estas historias se
repiten más y más día con día: este ‘fenómeno’ se vive en todos los gremios y
en todo el mundo, la única diferencia es que muchos viven esta circunstancia
con máxima acentuación y casi por toda una vida, viven encarcelados en sus
propios sentimientos.
Familia Flakoll Alegría.
Fuente: http://claribelalegria.com/
Mil veces afortunado el
hombre y la mujer que se casan, donde ambos ejercen la misma profesión ya sea
académicamente o artística, porque estas relaciones de parejas despiertan
respeto y eterna admiración. Tal es el caso de Claribel Alegría y Darwin J. Flakoll quienes
vivieron en un mar de alegría. La vida sentimental de ellos es deseada por
innumerables parejas, ambos coincidieron en amarse con brillante exactitud, su
virtud fue colosal. Fueron periodistas, escritores y traductores. Plenamente
descubrieron el magnífico sabor y color de la vida sentimental y literaria, el
aroma del amor los unió con sublime perfección. A continuación, conozcamos un
poco más de esta encantadora pareja, son motivo de inspiración, tanto por su
relación sentimental como por su exquisito trabajo literario. Entre los dos
tradujeron y coescribieron muchas obras.
Clara Isabel Alegría Vides nació el lunes 12 de
mayo de 1924 en la hermosa ciudad de Estelí, Nicaragua y falleció la mañana del
jueves 25 de enero del 2018 en Managua. Fue poeta, periodista, escritora,
lingüista, traductora, novelista, ensayista y escritora de literatura infantil.
Su padre fue médico nicaragüense y su madre era salvadoreña. Aunque Claribel se consideraba a sí
misma salvadoreña, ya que transcurrió su niñez en la ciudad de Santa Ana al
occidente de El Salvador.
En Santa Ana estudió la educación en los
niveles de primaria y secundaria. En 1943 se mudó a Estados Unidos y en 1948 se
graduó en Filosofía y Letras en la Universidad George Washington en Washington
D.C. Entre los años 1944 y 1947 tuvo como mentor a Juan Ramón Jiménez (1881-1958),
quien fuera Nobel de Literatura en 1956.
Darwin J. Flakoll, también conocido como
«Bud» J. Flakoll, era originario de Dakota del Sur, nació el 20 de febrero de
1923 y falleció el 15 de abril de 1995 en Managua, Nicaragua. Se trata de un
periodista, hispanista, escritor y traductor estadounidense. Se graduó en la Universidad
Estatal de San Diego y ejerció como periodista. Se alistó en la marina durante
la II Guerra Mundial y sirvió en destructores del Atlántico y del Pacífico. Al
acabar la guerra se matriculó en la Universidad George Washington para cursar
una maestría en Historia, por lo que conoció a la poetisa
nicaragüense-salvadoreña Claribel Alegría, con la que se casó y coescribió
numerosas obras. Juntos procrearon cuatro hijos. Ellos dos residieron en distintos
países de América y Europa.
La obra literaria de Claribel Alegría es
preciada, extensa y diversa: poesía, novela cuento, ensayos y traducciones. Su
obra, según diversas fuentes, «se enfoca a la realidad de su tiempo y en
compromiso social con la situación política. Su poesía busca la democracia y la
denuncia de la opresión. Sus escritos abordan asuntos como el amor, la muerte o
el anhelo y la esperanza vital.»
La obra literaria de Claribel ha sido
traducida a 14 idiomas, recibió numerosas distinciones y también fue
galardonada con varios premios internacionales, entre los principales están: Premio
Casa de las Américas de Cuba en 1978 por su libro Sobrevivo; XXVI Premio Reina
Sofía de Poesía Iberoamericana de la Universidad de Salamanca y Patrimonio
Nacional de España del 2017; fue homenajeada en el VII Festival Internacional
de Poesía de Granada, Nicaragua en 2011; y obtuvo Mención especial de la Red
Internacional de Escritores por la Tierra en los Premios Ondas Mediterráneas de 2011.
Referencias:
Carlos Javier Jarquín.
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