María de Magdala, entre el mito y la realidad - Reseña

PUBLICACIÓN POR ENRIQUE ALFARO / 25 DE MARZO 2019

María Magdalena del Templo de La Recolección
«María Magdalena del Templo de La Recolección» en Ciudad de Guatemala. Créditos a la página oficial "Santa María Magdalena Recolección". Fuente: https://www.facebook.com/MagdalenaRecoleccion/

La Biblia resalta diferentes personajes durante la vida de Jesús, uno de ellos es la mujer que lo vio resucitado. María de Magdala o Magdalena como es popularmente conocida, aparece en los Evangelios en partes muy significativas. Diversas teorías han rellenado lo que se desconoce de la vida de esta mujer. El arte la ha plasmado en cada época de acuerdo a esas leyendas.

Las primeras fuentes que mencionan a María (Lucas 8,2) la llaman Magdalena y la identifican por haber sido posesa. Una ciudad recién descubierta, Magdala, la más famosa y rica de Galilea, sería el lugar donde María habría vivido. Jennifer Ristine sostiene que, con base a las excavaciones y restos encontrados, la probabilidad de que Magdalena fuese prostituta es mínima. Aunque afirma que muchos detalles de su vida no se han develado.

Los Evangelios narran que María Magdalena luego de su curación le sirve a Jesús y le mantiene con sus propios recursos. Luego del arresto de su maestro le acompañaría hasta la muerte en la cruz. Está presente en el entierro y es la primera en verlo resucitado. También luego de anunciarlo está reunida junto a los apóstoles en oración, en espera del Espíritu Santo.

Según la tradición oriental María Magdalena se fue a vivir con la Virgen y San Juan a Éfeso. La tradición occidental habla de un viaje a Francia, de sus penitencias y éxtasis. La leyenda occidental es posterior a la oriental, ya en el siglo VI se habla que el último lugar donde había vivido la Magdalena había sido Éfeso.

Estos datos sirven de marco para representarla en diferentes pinturas y esculturas, junto a la cruz de Cristo y al sepulcro. Han sido muy difundidas las llamadas No li me tangere, que representa el momento en que el hortelano, “Jesús”, se revela ante la triste Magdalena, que sufre ante la ausencia del cuerpo de su maestro.

Los detalles de los Evangelios son tan pobres para representarla, que cada época le dio su propia representación. Así la primera vez que se le observa es en una pintura mural de los siglos II y III D. d. C. Precisamente frente al sepulcro con un frasco de ungüentos.

En el arte luego de las representaciones primitivas donde se muestra cerca de la tumba, se hallan las de la santa al lado de la cruz. En la Edad Media, aún sigue apareciendo como la mujer cercana al Señor, junto a la cruz o al sepulcro y frente a Jesús Resucitado. Si bien ya en esa época la habían vinculado por diversas razones a las prostitutas.

En el Renacimiento, donde la figura humana es el centro de este período, Magdalena pasa de ser una mujer arrepentida y llorosa a un modelo de belleza. Incluso la han llamado la "Venus cristiana" al igual que San Sebastián fue convertido en un ícono de belleza como un "Apolo".

Es en esa época que su pelo se convierte en dorado, propio de las cortesanas. Sus pechos, el espejo, la cruz y la calavera son unos agregados propios para que las personas la reconozcan.

La actriz Rooney Mara en la interpretación de María Magdalena
La actriz Rooney Mara en la interpretación de María Magdalena en la adaptación fílmica homónima de 2018.

La Iglesia, en el Concilio de Trento, entre 1545 y 1563, busca orientar el arte cristiano hacia las verdades de fe.  Es por ello que en Guatemala tuvo muy poca fuerza la representación de la santa como una pecadora. Aunque existen algunas representaciones de la santa como eremita, como en el retablo del Cristo de la Agonía, en la Basílica de Nuestra Señora de las Mercedes de la ciudad capital.

Esta santa aparecía con las manos en actitud de sufrimiento, por la muerte del Señor, en otras con una especie de ánfora o perfume para embalsamar, que la tradición guatemalteca adaptó a un copón. Los atributos de María Magdalena en las procesiones de Semana Santa de Guatemala son el copón, el pañuelo, manto, tunicela y mantilla. Por ser procesiones relacionadas al duelo se le veía con la cabeza cubierta, con el copón, cabellera oscura y el pañuelo.

María Magdalena del Templo de San Nicolás de Tolentino
«María Magdalena del Templo de San Nicolás de Tolentino» en Quetzaltenango. Créditos a Gabriela Blanco. Fuente: https://www.facebook.com/gaabbiiee.white.

En la actualidad, los libros de fantasía influyeron en que utilizara otros atributos, dejando de representar a la mujer de los Evangelios, sino a la adultera, la que unge a Jesús e incluso con María la Egipcia. También películas la han identificado con tantos personajes que son propios de los inventos de cada época para poder rellenar los vacíos que dejan los Evangelios sobre cada personaje.

Así la imagen de María Magdalena, en algunas procesiones, llevó letreros relacionados a la pecadora que ungía a Cristo, como en la Parroquia de Candelaria, o bien, la eremita María la Egipcia, en la Parroquia de la Merced de la ciudad capital. En otros casos el ánfora puede crear confusión, pues el espectador puede creer en que es por haber sido la que unge con perfumes a Cristo, o bien son elementos para lavarlo y colocarlo limpio en el sepulcro.

Y volverá a ser María, la de Magdala, cuando quienes la representen o la vistan busquen trasmitir la fidelidad al personaje bíblico, y no a la leyenda, al mito y la fantasía. Mientras tanto Magdalena seguirá siendo un icono de belleza femenina y de fantasía.

Fuentes:
ENRIQUE ALFARO

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