PUBLICACIÓN POR CARMEN BEATRIZ TOCAY / 29 DE ABRIL 2019
La obra de teatro Cruce de vías, fue escrita por el guatemalteco Carlos Solórzano, publicada en 1969, fue representada por primera vez en el Teatro de la Paz, en San Luis Potosí, bajo la dirección escénica de Alejandro Jorodowsky.
La obra de teatro Cruce de vías, fue escrita por el guatemalteco Carlos Solórzano, publicada en 1969, fue representada por primera vez en el Teatro de la Paz, en San Luis Potosí, bajo la dirección escénica de Alejandro Jorodowsky.
El autor enfatiza entre paréntesis que la obra es un vodevil triste, el termino vodevil es la adaptación gráfica del
término francés voudeville, conocido como un
tipo de comedia ligera que se desarrolló en Francia a partir del siglo XVIII,
tiene un parecido con la zarzuela española, porque entre las escenas o bien en
los diálogos se intercala música. El
vodevil se caracteriza por utilizar canciones populares o bien algunas
melodías que sean de rápida y fácil percepción al oído, pero para el vodevil la música y las canciones tienen
un papel secundario, en realidad lo que más importa son los diálogos y las
escenas. Bueno, como ya se ha dicho antes, el autor hace ver que es un vodevil
triste, es decir se puede deducir que la obra debe tener música o canciones con
un sentido de tristeza para que se logre la intención y que vaya conforme la
temática de la obra.
La escenografía es simple, el espacio
escénico consta de pocos elementos, con un escenario con fondo negro, un
semáforo que alterna la luz verde o roja, y al centro de la escena cuelga un
reloj grande que marca las cinco de la tarde. Desde el inicio de la obra se
empieza a desarrollar la temática del tiempo, es muy propia del teatro del
absurdo. El reloj representa la fugacidad del tiempo en relación con el
personaje de la Mujer, el tiempo ha pasado y ella se ha hecho mayor ya no es la
joven que ella presume ser en la fotografía, esto coincide con la flor blanca
que lleva sobre su pecho como señal, para ser reconocida por el Hombre; hay un
vínculo simbólico entre la flor y la Mujer, la flor blanca se caracteriza por
ser bella, fresca y lozana, se constituye como la antítesis de la Mujer como
una flor marchita por los años.
Mientras tanto, a
espaldas del hombre ha entrado una Mujer vestida de negro, es alta, delgada.
Lleva la cara cubierta con un espeso velo. Camina sigilosamente con movimientos
de pantomima. Lleva en el pecho una flor branca muy grande… (Cruce de vías,
2011, p.269).
Para la mujer el tiempo ha sido su
peor enemigo, la vejez es visible en su rostro, pero también siente
la frustración de la soledad. El autor acota que su cara es como “la máscara de
la vejez triste”, este epíteto refiere que el rostro arrugado de la Mujer
muestra la tristeza que siente por la soledad en la que está sumida, pero su
cuerpo contrasta con su rostro porque aparenta cierta juventud.
La Mujer,
mientras tanto, ha levantado el velo… Mientras el Hombre no la ve. Al dejar su
cara al descubierto se ve que es vieja, tiene la frente surcada por profundas
arrugas. Es como “la máscara de la vejez triste”. Esta cara contrasta
evidentemente con el cuerpo, aun esbelto, sin edad. (Cruce de vías, 2011,
p.271).
Para el Hombre, en cambio, el lugar «tan
negro» le causa intranquilidad, la zozobra se apodera de él, le parece que en ese lugar el tiempo se ha detenido, pero al
comparar su reloj de mano el tiempo si
está transcurriendo con normalidad, han pasado diez minutos de la hora
acordada, por lo que la demora de la
Mujer le aturde y angustia, porque parece que la mujer que está esperando no
llegará.
Hombre: Además,
me inquieta esta tardanza y este sitio tan negro con ese reloj que no camina,
como un lugar sin tiempo… Pero son las
cinco y diez. (Ve su reloj). Y ella no viene… (Cruce de vías, 2011, p.268).
Esta obra de teatro tiene elementos
particulares del teatro del absurdo, empezando porque este es concebido de una
forma anti convencional o anti tradicional del teatro. El lenguaje utilizado
suele caracterizarse porque consta de una repetición constante en algunos
parlamentos (repetición de formas idénticas), es lo que sucede esencialmente
con el Guardavía, quien sostiene en sus parlamentos una constante repetición de
un estribillo, (el cual en otras ocasiones es repetido en viceversa):
Los trenes del
Norte corren hacia el Sur, los trenes del Norte corren hacia el Sur, los trenes
del Norte corren hacia el Sur, etcétera. (Cruce de vías, 2011, p.265).
El crítico literario Rafael Núñez
Ramos argumenta «Todo puede ser objeto de repetición y, por ello volverse
significativo». (Núñez, 1982) . El estribillo
citado, al ser objeto de repetición
tiene una carga de significado, porque en una escena el Guardavía
entabla un diálogo coherente con el Hombre, le explica que los trenes van y
vienen y en algún momento se encuentran, refiere que el Hombre y la Mujer son
como trenes que en algún momento deben o podrán encontrarse.
«… El elemento lenguaje todavía juega
un papel muy importante en su concepción, pero lo que ocurre en la escena
trasciende, y a menudo contradice, el diálogo» (Sslin, 1966) . El lenguaje en el
teatro del absurdo es particular por la falta de comunicación coherente en los
diálogos de los personajes. Esto se aprecia en el diálogo entre el Guardavía y
el Hombre; el Hombre trata de encontrar a la Mujer, al contarle sobre ella al Guardavía
a este se le olvida lo comentado y al mismo tiempo se contradice por lo cual el
Hombre es incapaz de creerle.
Guardavía: ¿Qué
mujer?
Hombre: La que
busco.
Guardavía: No sé
que mujer busca usted.
Hombre: La que le
he dicho. (Cruce de vías, 2011, p.266).
La misma falta de comunicación resulta
entre la Mujer y el Hombre, cuando la Mujer se encuentra con el Hombre, ella
niega su identidad y evade su realidad.
Por medio de una historia trata de contar su condición, pero el hombre
no es capaz de comprenderla ni tampoco se da cuenta que es la mujer que busca.
Y también ella tiende a contradecirse.
Mujer: ¡Le
dolería mucho que no viniera!
Hombre: (Se
vuelve con energía). Ella tiene que venir.
Mujer: Sin
embargo, piense que tal vez ella tiene miedo de descubrirse, que tal vez espera que la descubra usted.
Hombre: No
comprendo. (Cruce de vías, 2011, p.272).
Entre otro elemento resalta la
estructura de la pieza teatral, tal como
refiere el profesor de teatro Martín
Sslin «Muchas de las obras del teatro del absurdo tienen una estructura
circular, acabando exactamente igual a como empezaron; otras progresan a través
de una insatisfacción creciente de la situación inicial» (Sslin, 1966) . Esta obra se
compone de una estructura circular, en la situación inicial y final de la
escena aparece el Guardavía repitiendo
el estribillo, y la tendencia de la misma incomprensión del diálogo entre el
Hombre y el Guardavía. Como afirma Sslin
La acción en una obra del Teatro del Absurdo, no tiene por intención la
narración de una historia sino, que comunica un conjunto de imágenes poéticas. Es
decir se centra en presentar una situación con temas e imágenes, para que esta
misma produzca en el lector o espectador una impresión, para que se cuestione
no lo que va a ocurrir sino lo qué está sucediendo y qué representa la acción
de la obra, estas preguntas sirven para que el lector o espectador puedan
aproximarse al significado de la obra.
Carlos Solórzano (1919-2011) fue un escritor y dramaturgo guatemalteco, naturalizado mexicano, nacido en la ciudad de San Marcos (Guatemala) y fallecido en la Ciudad de México. Conocido también por su crítica y teorización del teatro en la región hispanoamericana.
Entre tanto, Solórzano acota en las primeras
líneas que los personajes deben moverse en escena mecánicamente como figuras del cine mudo, el
Hombre a cámara rápida, la Mujer a cámara lenta y el Guardavía con movimientos
de robot. La técnica de actuación requiere
mayor énfasis en el lenguaje corporal y la expresión facial. Pero abajo adjunta una nota que dice:
Nota: El director
podrá hacer que la mímica apoye el sentido del texto, para lograr un efecto
sentimental más obvio. Si quisiera acentuar la crueldad de la situación es
preferible que la pantomima contradiga el sentido del texto, para mostrar que
los sentimientos pueden ser opuestos a las palabras. (Cruce de vías, 2011,
p.263).
En dicha nota el autor indica que
utilizar el recurso de la mímica hará que los sentimientos logren un doble
efecto por medio de los gestos de los actores. También añade que si el director
desea puede resaltar con «la crueldad», esto tiene relación con el 'Teatro de la
crueldad' de Antonin Artaud, quien refería que el arte dramático debía ser
intervenido por la pantomima, la gesticulación, la entonación, la música, el
canto, entre otros. Este tipo de lenguaje escénico debía estar por encima de la
simplicidad del diálogo. Aunque los postulados del teatro de la crueldad no
fueron puestos en práctica, como otras técnicas teatrales, Solórzano quiere
darle una esencia a esta obra, en donde los actores no solo conversen, sino que
a través de los gestos puedan evocar sentimientos y emociones, que se muestren
con fuerza las actitudes de los personajes. Al hacer mención que debe haber contradicción
entre los sentimientos y las palabras, quiere decir que la forma de actuar del
personaje tiende a ser distinto con lo que dice, en un fragmento de la obra la
Mujer se acerca al Hombre, ella le dice que cierre sus ojos y le pregunta si ha
sentido miedo, pero su actitud hacia el Hombre es distinta ella pasa sus manos
sobre sus ojos con amor:
Mujer: (Se acerca
y pone su mano sobre la cabeza del Hombre.) Tal vez lo comprenda ahora. Cierre
los ojos. (Pasa si mano sobre los ojos del hombre con actitud amorosa.) ¿No ha
sentido usted nunca miedo? (Cruce de vías, 2011, p.272).
En esta obra de teatro de Solórzano,
se aleja de la temática religiosa, y logra una pieza con elementos y técnicas
vanguardistas. Logra crear con el lenguaje diálogos que parecen incomprensibles
y contradictorios, pero al final encierran algunos significados, parece que esa
misma incomunicación va de la mano con la pantomima, la afinidad entre los
gestos y las actitudes y los parlamentos de los personajes, también conllevan a
un efecto de contradicción de signos que al final llevan un complemento
perfecto hacia la angustia existencial tanto del Hombre como de la Mujer, quienes tienen temor de sí mismos, la angustia les provoca miedo por las
consecuencias por sus acciones y decisiones, y como efecto el miedo de proferir
daños irreparables en su vida.
Bibliografía:
- Algo de teatro francés: El vodevil. Su nacimiento y etimología de la palabra. (30 de Junio de 2011). Recuperado el 20 de abril de 2019, de http://cientinovel-detodoenlavida.blogspot.com/2011/06/algo-de-teatro-frances-el-vodevil-su.html.
- Núñez, R. (1982). El teatro del absurdo como subgénero dramático. España: Universidad de Oviedo.
- Solórzano, C. (2011). Cruce de vías. México: Fondo de Cultura Económica.
- Sslin, M. (1966). El teatro del absurdo. Barcelona: Seix Barral.
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