Las miniprocesiones: arte, devoción e historia - Reseña


PUBLICACIÓN POR ENRIQUE ALFARO / 2 DE MAYO 2019

La Iglesia [Católica] tiene diferentes tipos de enseñanza. En Guatemala las actividades llamadas de “piedad popular” tienen por objeto la manifestación de fe externa. Es por ello que llegan a tener sentido solo si estas son vividas por una comunidad de creyentes. De lo contrario se convierten en expresiones artísticas, cuyo carácter es efímero.

Imagen religiosa en miniatura

Una procesión, según la RAE, es: “Una manifestación religiosa, especialmente la consistente en la exhibición de una imagen seguida de personas ataviadas con hábitos (…)”. La Iglesia las considera como parte de la expresión de la piedad. Están conformadas por asociaciones que buscar llevar un ritmo de vida de carácter cristiano, bajo la vivencia de las virtudes, según la experiencia de algún santo o alguna advocación.

Cuando estas llegan a carecer del carácter religioso se convierten en obras de arte, de gustos muy exóticos. Determinar esto, es muy difícil, ya que la fe solo puede ser medida por la propia persona. Así para todo el que las observa con el fin de deleitar sus ojos, puede evaluar como el arte se ha ido desarrollando en la elaboración de las alegorías que conforman las andas.

Las procesiones, llevan en su mayoría el anda con la imagen del patrono o santo, y la banda musical. Los que llegan a tener más personas dentro de su asociación, llegan a portar la cruz, velas, estandartes, incienso y las llamadas liras para evitar que los cables toquen los adornos procesionales.

Pero como estas actividades tienen un fin devocional, aunque sean obras de arte efímero, también son hechas en tamaños muy pequeños. Así los niños, generalmente buscan expresar su fe, a través de procesiones elaboradas por ellos mismos y que son ideadas con los materiales y cosas que ellos mismos tienen a su alcance.

Imagen religiosa en miniatura

Hay una diferencia entre un anda elaborada con el fin de procesionarse y una maqueta procesional. Las primeras buscan motivar la fe de la persona, las segundas son reproducciones a escala de alguna alegoría. 

Las llamadas “miniprocesiones” son hechas sin un fin lucrativo, con imágenes de hasta 15 cm. Se hacían como una forma de reproducir lo que ellos miraban. Muchas veces con mayor cariño y devoción que las que se observan en las calles, debido a que su único fin es amar a Dios y mostrar un cariño especial a un santo.

Como no son lucrativas, ellos mismos ahorran para comprar los materiales, la “pistas de música”, o lo que ellos creen que necesitarán para la elaboración de sus pequeñas andas. De acuerdo a la época en que se han elaborado en Guatemala se han usado estampas, imágenes, muñecos, o bien imágenes elaboradas por ellos mismos.

Su culto devocional estará alrededor de la imagen procesional. Por lo que pueden ser pequeñas, medianas y grandes. Las primeras de 6 cm., o menos. Las segundas hasta de 12 cm., y las terceras de hasta 15 cm., o algo más. En realidad, es muy poco probable verlas en mayores tamaños.

Imagen religiosa en miniatura

Pueden ser consideradas para los adultos como si fueran juegos de niños. Para los que las hacen objeto de devoción. Como elemento pedagógico pueden ser considerados algunos aspectos: la persona, si hace la imagen, el adorno, entre otros, busca hacer que todo sea muy real. En otras palabras, la persona estará observando cuidadosamente la anatomía, la naturaleza y otros para poderla reproducir. También aprenderá un poco más de su religión debido a que debe plasmar en un anda o altar lo que quiere trasmitir.

En algunos casos también trabajaran poesía y música, todo esto por ser para uso interno no trasciende. Por lo que la investigación de esta temática como proyección artística aún está en proceso, sobre todo, por la escasa documentación que se tiene, pero que ha cobrado mucho auge a finales del siglo XX.

Enrique Alfaro.

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