"Saga de libélulas", un Francisco Alejandro Méndez total - Libro

PUBLICACIÓN POR CHRISTIAN CASTAÑEDA / 1 DE SEPTIEMBRE 2019 

«El cadáver de Olivia Jerez fue encontrado flotando en las cercanías del muelle de Santo Tomás de Castilla. El asesino lo había introducido dentro de un pequeño saco rellenado con ladrillos. Pero salió a flote a los pocos días. Un niño negro descubrió el macabro hallazgo mientras lanzaba al mar algunos perros callejeros con las patas amarradas. Cuando lo interrogaron, el niño no dijo a las autoridades exactamente lo que hacía. Explicó que mientras pescaba había observado una mano que salía de un saco que flotaba cerca de la playa de la comunidad de Las Escobas.»

Es así como, de una forma descarnada, Francisco Alejandro Méndez, el escritor guatemalteco galardonado en 2017 con el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias, abre su más reciente novela Saga de Libélulas. Se trata de una obra que nos lleva a través de un viaje por todo el istmo centroamericano en la que se involucra a una serie de personajes muy coloridos de orígenes sencillos como los de cualquier hijo del vecino y que, aparentemente, están destinados a caminar por el sendero correcto, pero que por crueldades del destino o por decisión propia acaban convirtiéndose en criminales, transformando sus vidas para siempre. Macho Penales, Tatascán Morazambo, Chele Vara y Niño de Atocha son cuatro figuras delineadas de forma magnífica y realista por el autor. Gracias a su capacidad para sobresalir dentro del círculo delictivo en el que se desplazan, las vidas de estos delincuentes llegan a entrelazarse para formar parte de Operación Libélula, un ambicioso proyecto organizado por un grupo muy poderoso al que sólo se le conoce como Ellos, cuyo fin es distribuir cocaína a lo largo y ancho del territorio centroamericano. Para tal fin, los cuatro elegidos organizan una fuga de la prisión de máxima seguridad en la que purgan su condena, engañan a la policía fingiendo sus muertes, cambian de identidad y posteriormente se preparan física y mentalmente para formar parte de El Gran Tour, una competición anual de ciclismo en la que participan deportistas del mundo entero. Es en dicho tour en el que los ex convictos aprovecharán su tiempo fuera de la carretera para realizar las actividades ilícitas que se les han asignado.

Portada de Saga de libélulas de Francisco Alejandro Méndez
Portada de «Saga de libélulas» de Francisco Alejandro Méndez (Editorial Cultura, 2017).

Pero, la historia de Saga de Libélulas va mucho más allá y, paralelamente a lo que ocurre en El Gran Tour, conocemos también a un personaje mucho más humano y apartado de problemas como lo es Arturo Castillo, un escritor de novelas policíacas venido a menos que se enfrenta al peor enemigo de todo escritor: el bloqueo creativo. Por tal motivo, Arturo viaja desde Estados Unidos hasta Costa Rica con el deseo de instalarse en algún sitio tranquilo, obtener la inspiración necesaria, y así dejar que los jugos de la creatividad vuelvan a fluir en su cabeza. Desafortunadamente, al hacer escala en Guatemala para proseguir con su viaje por tierra, Arturo es víctima de un robo armado, luego le ocurre igual en El Salvador. Esto lo lleva a cruzarse con otro personaje muy importante en nuestra historia, y que ya ha formado parte de otras creaciones literarias de Francisco Alejandro Méndez: el carismático e insobornable comisario Wenceslao Pérez Chanán. Será este hombre de la ley quien se encargue del área investigativa en el país guatemalteco. Por otro lado, también conoceremos a William Guillermo Arguedas, el homólogo costarricense de Wenceslao Pérez Chanán, con quien Arturo se encontrará más adelante, pero en circunstancias muy distintas.

Saga de Libélulas posee una trama envolvente y, a través de su prosa ágil y fluida, nos permite profundizar en la realidad social que conocemos, pero que muchas veces preferimos ignorar, porque ya se ha convertido en otro elemento común de nuestro día a día. Para aquellos que hemos vivido en alguno de los países donde se desarrolla esta historia estos tópicos son bien conocidos. Es más, tan sólo con la lectura del primer párrafo, el lector puede formarse una pequeña idea de lo que encontrará a través de las siguientes páginas, y entenderá varios de estos flagelos con los que debemos lidiar. Nos guste o no, la violencia y el poco respeto por la vida humana y animal; la pobreza que se vive en muchos sectores junto con la falta de educación, y la incompetencia para resolver crímenes mostrada por muchos servidores públicos encargados de resguardar la ley, son un pan diario. Sin embargo, esta novela va más lejos todavía, al retratar otros aspectos sórdidos y negativos de nuestra sociedad como el narcotráfico, la explotación sexual, la prostitución, la drogadicción, los secuestros, la corrupción a nivel político y penitenciario, así como el abuso sexual infantil que cometen miembros de instituciones religiosas, algo que aún sigue generando controversia en la actualidad no sólo en Centroamérica sino también en diversas partes del mundo.

Francisco Alejandro Méndez, escritor guatemalteco
Francisco Alejandro Méndez, escritor guatemalteco galardonado en el 2017 con el Premio Nacional de Literatura "Miguel Ángel Asturias".

Con el paso de los años, tanto la novela negra como la novela policíaca han ido ganando adeptos al punto de volverse subgéneros literarios imprescindibles en cualquier estantería, y es Francisco Alejandro Méndez quien se decide a fusionar ambos de forma magistral en Saga de Libélulas para que el lector explore tanto la psicología de sus héroes y antagonistas, así como los métodos detectivescos utilizados por los emisarios que imparten justicia para descubrir quién, dónde y cómo se hizo un crimen. A todo ello hay que sumarle otros componentes como: la crudeza con la que se exponen ciertos eventos, mismos que estremecerán a más de un lector; la tensión de las persecuciones policiales; la planificación minuciosa de algunos personajes para llevar a cabo hechos delictivos, y las atmósferas tensas que nuestros protagonistas viven gracias a la mezcla de hechos reales y ficticios que se ciernen a lo largo de esta historia.

Siendo la violencia un elemento trágico que, tristemente, nos conecta con el resto de habitantes de esta porción de tierra dentro del continente americano, es fácil identificarse con lo que Francisco Alejandro Méndez recrea en la presente novela. Saga de Libélulas es mucho más que una inteligente creación literaria destinada a ser leída y comentada entre los fanáticos del género negro/policíaco. Es una muestra ficcionalizada de la realidad que atañe a cada ciudadano centroamericano por igual, es un recordatorio del estado actual de nuestra sociedad, y una llamada de alerta sobre cómo esta se ha degenerado a tal punto de sentirnos gobernados en ocasiones por el miedo, la angustia y la incertidumbre. Como se puede leer en un espacio previo al inicio de la obra: «Ninguno debe sentirse incluido en esta novela porque parecería pura vanidad, pero ninguno debe sentirse excluido pues podría considerarse una falta de atención del autor. Muchos notarán que de una u otra manera son protagonistas de la historia, pero quienes no hayan aparecido abiertamente no implica que no estén contenidos en algunos de los capítulos que siguen a continuación.»

Para aquellos que, con esta novela, han leído por primera vez a Francisco Alejandro Méndez, es tarea primordial ponerse al día con el resto de sus obras (Completamente Inmaculada, Bestiario II y Animalicidio son algunas recomendaciones a tomar en cuenta). Para los demás que ya hemos hurgado más a fondo en la bibliografía de este escritor guatemalteco, quedaremos a la espera de futuras creaciones en las que seguramente disfrutaremos de nuevas aventuras del comisario Wenceslao Pérez Chanán, así como de otras genialidades salidas de la mente de este gran maestro de las letras.

CHRISTIAN CASTAÑEDA

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