PUBLICACIÓN POR CARLOS JARQUIN /15 DE Septiembre 2019
Bandera de la República Federal de Centro América que contenía a Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
América,
geográficamente, es el continente más grande del planeta después de Asia, se
divide en varias regiones, América del Norte, América del Sur, el Caribe o
América Insular y América Central o Centroamérica, esta última con siete repúblicas
que viven en soberanía, el centro de este continente que es el puente singular
que une por vía terrestre a América del Sur con América del Norte.
Cada 15 de setiembre, en
la región centroamericana, es conmemorado de manera especial; es una fecha
gloriosa, fue el día del refrendo de nuestra majestuosa independencia,
indeleble 15 de setiembre de 1821. Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua
y Costa Rica lograron la emancipación de España, este próximo 2021, con honra y
fervor, se festejará el bicentenario de ser exentos, es digno de admirar a los
héroes centroamericanos que dieron la iniciativa de la actual
individualización.
Décadas más tarde se
independizaron Panamá y Belice y hoy esta región la conforman siete países
maravillosos. Siento profunda admiración por las autoridades del pasado, de la República
de Guatemala, quienes le dieron sublime distinción a la preciosa fauna de su país con nombrar Quetzal a la moneda nacional, un gran homenaje a esta bellísima ave de
complejos colores; el preciado quetzal es un ave de gala por su colorida figura. De igual manera despiertan admiración las autoridades de Honduras, ellos fueron
fielmente patrióticos al nombrar Lempira a la moneda nacional, pues se
llama así en conmemoración del cacique Lempira
del pueblo lenca, un líder indígena que defendió su territorio luego de la invasión
española, es un héroe nacional, y figura en el billete de 1 lempira y en las
monedas de 20 y 50 centavos.
Así como yo, miles
estamos en disensión que Nicaragua y Costa Rica no hayan denominado a la moneda
nacional con apellidos de personajes célebres que han nacido en estas patrias,
por ejemplo, en Nicaragua debería llamarse “Darío”, es uno de los poetas más
representativo de este inmenso continente, en Costa Rica el máximo héroe,
aguerrido y soberano es el expresidente Juan
Rafael Mora Porras (1814-1860). Identifiquémonos con lo patrio, honremos a
nuestros paisanos y admiremos al extranjero después de lo nuestro.
El escritor
costarricense Miguel Ángel Baltodano
Quirós sostiene que «Centroamérica debería ser una sola patria o
al menos deberían vivir en unidad», él se considera un gran discípulo de Francisco Morazán (1792-1842), cid
hondureño, el mismo que luchó para que estos Estados fueran unidos. Hasta hoy las repúblicas no viven plena integridad, les falta firmar con verdadero cumplimiento el acta autónoma de la unidad; ni hablar de reducir la violencia que crece exageradamente, al igual que la pobreza, pues ambas hacen fuerte eco y, la
educación de gran calidad desconoce grato espacio.
Costa Rica ha sido el
único país que ha gozado con más plenitud su autosuficiencia, sus
representantes políticos han sido menos corruptos, en comparación con
Nicaragua (por mencionar una evidente desigualdad entre Estados hermanos), que muchos presidentes que han gobernado han sido psicópatas, al
intentar adueñarse del territorio nacional, el pueblo nicaragüense ha vivido
solo en guerra: guerra civil, guerra de hambre, guerra de huracanes, de
terremotos y también guerra de ignorancia; esta ciudadanía ha sufrido
heterogéneos infortunios, la mayoría inspirado por el fárrago de la cofradía
política, la desobediencia del hombre es de eminencia. Actualmente, los
inmundos políticos procuran eliminar la auténtica historia.
Cosmográficamente,
Nicaragua es el país más grande de este preciado istmo, sus autóctonos son los
máximos inmigrantes, es el país que tiene más deudas con el exterior, si
Nicaragua no hubiese vivido ninguna autarquía como tantas de las que ha tenido,
luciera como un país sumamente desarrollado y le diera plaza a la mayor parte del
pueblo de esta región. En Centroamérica, desde su memorable independencia, si
hubiesen llegado al poder personas literatas o cultas con deseo de trabajar para el
desarrollo común, fuéramos una potencia, la mayor parte de los gobernantes que
han estado durante su periodo se han interesado por enriquecerse ellos y sus
allegados, ojalá que en un futuro lleguen a la presidencia personas
verdaderamente intelectuales, que crean en la unidad, paz, libertad, progreso y
solidaridad de verdadera lealtad, pero, sobre todo, que sean personas con formidables
valores.
Quizás en un futuro de
norte a sur en esta región se construya una línea del indispensable transporte ferroviario, sería un auge económico y el progreso fuera exponencial al actual. Eso tal vez pasará cuando en América Central vivamos en verdadera hermandad, por ahora cada día se
suman más personas que abandonan este territorio, acá muchos presidentes han
dejado reinar en exuberancia la penuria y la ferocidad. Cuando en un país se
apodera la dinastía el pueblo muere de acumulada melancolía.
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