PUBLICACIÓN POR CHRISTIAN CASTAÑEDA / 7 DE OCTUBRE 2019
En medio de ese grupo de soñadores inconformes
que se esmeran por abrirse paso en el mundo de la poesía y sublevarse contra el
supuesto ‘orden’ que gobierna nuestro país y sus costumbres, surge el
jutiapaneco Boris Alcántara con Las Tesis
de Caín, poemario que le valiera el Premio de Poesía Manuel José Arce de la
Editorial Universitaria (USAC) en el 2018.
Es en esta colección de veintiséis
poemas donde encontramos una obra que desgarra al lector con imágenes crudas, escritas
con un estilo visceral de quien ha experimentado el desencanto por las promesas
incumplidas de los líderes políticos, el alienamiento cultural y el decaimiento
de nuestros valores morales. El autor destruye los cánones impuestos y
desarrolla nuevos equilibrios al mezclar la magia de sus mundos idealizados con
pensamientos nostálgicos y rebeldes propios de un renegado de las letras.
«No olvido que guatemala
me queda siempre en el camino.
La otra
con “G” mayúscula
la conozco
solo en los libros de historia
en los comunicados oficiales
en las actas de bautizo
en las facturas
en las escrituras hipotecarias.
La guatemala
con “g” minúscula
es la medida exacta
para mi poesía.»
-Fragmento del poema XXV (Pág. 61).
me queda siempre en el camino.
La otra
con “G” mayúscula
la conozco
solo en los libros de historia
en los comunicados oficiales
en las actas de bautizo
en las facturas
en las escrituras hipotecarias.
La guatemala
con “g” minúscula
es la medida exacta
para mi poesía.»
-Fragmento del poema XXV (Pág. 61).
Es evidente que Boris Alcántara busca decir más con menos, algo que, en definitiva, logra con creces en este libro. A diferencia de otros escritores que abundan en detalles innecesarios y crean versos de elevada densidad, Boris se divorcia de lo convencional para delinear un estilo propio lleno de matices y metáforas que, lejos de ser pretenciosas, rebosan de creatividad y vida propia. Pese a que cada escrito inicia con un verso aparentemente inofensivo, es a medida que se continúa con la lectura cuando se cae en la cuenta que estamos frente a una bomba que va contrarreloj, misma que termina explotando dentro del alma hasta desarmar las emociones por completo. Cada poema es potente, mordaz, atronador y posee una personalidad bien definida.
«Como tus ojos
solo el mar cuando anochece
el rumor
la brisa.
La seguridad que la vida no termina en un vaivén
lleno de espuma.
La certeza que las olas siguen el ritmo de tus
pestañas;
tienen el don del movimiento perfecto
palpitante.»
solo el mar cuando anochece
el rumor
la brisa.
La seguridad que la vida no termina en un vaivén
lleno de espuma.
La certeza que las olas siguen el ritmo de tus
pestañas;
tienen el don del movimiento perfecto
palpitante.»
-Fragmento del poema XII (Pág. 35).
Como se puede leer en el anterior fragmento, Las Tesis de Caín no se limita a lidiar con temáticas de tinte sociopolítico o que trascienden fronteras. Existe también un espacio destinado para las reflexiones más íntimas en las que los sentimientos destilan por las páginas de este singular poemario, sin reparos ni inhibiciones. De igual modo, Boris continúa rompiendo paradigmas al reunir personajes, lugares y eventos acaecidos en culturas tan diferentes como la griega y la maya para fundirlos en una impensable simbiosis. De ahí que luego veamos al legendario guerrero Aquiles protagonizando un sangriento hecho ocurrido durante el Conflicto Armado Interno guatemalteco, mientras que Xibalbá y Alejandría se entrelazan para adquirir una relevancia renovada entre versos nostálgicos que fungen como una oda a los mayas. Para todo aquel que ha tenido la oportunidad de crecer rodeado de ceremonias y costumbres típicas de dicha civilización, le será muy fácil sentir el aroma a incienso, mirra y pom, gracias a los pasajes que Boris disemina en este poemario.
Boris Enrique Alcántara Peña, maestro de Educación Primaria en Lengua y Literatura, guionista y actualmente estudiando en el Departamento de Letras de la Facultad de Humanidades (USAC).
Tras finalizada la lectura de este poemario de Boris Alcántara, se me
viene inevitablemente a la cabeza Javier Payeras con su obra poética Soledadbrother (originalmente publicada
en 2003), la cual nos relata sobre una sociedad podrida y conformista en la que
el mañana es incierto, al igual que nuestros sueños e ilusiones. Las Tesis de Caín, con estilo propio y
originalidad, sigue en un principio por el mismo sendero, pero luego forja el
suyo propio para adentrarse en terrenos metafísicos cargados de emociones desenfrenadas,
voces de protesta y sombras de revolución. No podía esperarse menos de un
escritor que tuvo entre sus maestros a reconocidas figuras artísticas como Joaquín
Orellana y Marco Antonio “El Bolo” Flores, por mencionar solo a algunos.
Las Tesis de Caín, es sin duda, un proyecto muy bien
logrado, tenaz y honesto con el que muchos lectores se identificarán, y algunos
pocos probablemente se escandalizarán. Pero, lo cierto es que nadie podrá
ignorar esta propuesta poética que ha logrado hallar un espacio dentro de la nueva
poesía guatemalteca.
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