Sobre Parásito [Gisaengchung (기생충)] de Bong Joon-ho - Cine

RESEÑA POR RODRIGO VILLALOBOS / 15 DE ENERO 2020

Poster de la película Parásitos de Bong Joon-ho

¿Cómo sería un drama capaz de volverse un diálogo interseccional? ¿Acaso el cine es capaz de atravesar más de un solo sentido de sensibilización? ¿El entretenimiento y el absurdo tienen el poder de moldear la moral y la realidad en la que nos movemos en esta posmodernidad? Parece que el director surcoreano Bong Joon-ho es capaz de resolver cada una de estas interrogantes a través de su más reciente filme, Parásito [Gisaengchung (기생충), en coreano], una aclamada resolución de escena ganadora de la "Palma de Oro 2019" que otorga el Festival de Cannes.

Con diálogos bien cuidados y un humor negro de la mejor categoría, Parásito resulta ser una amalgama de sensibilidades cuadro a cuadro. A ello hay que sumar las maravillosas interpretaciones del elenco. Se trata por lo tanto de una obra visual y auditiva (porque sí, su música es un trabajo increíblemente pulido, que da para extenderse en otro artículo incluso).

¿Pero dónde reside el éxito de Parásito? Y es que por irónico que parezca, no es más que en su sencillez. Esa manifiesta forma de honestidad en el filme es capaz de atrapar al espectador porque genera una atmósfera profundamente verosímil. Tal nivel de sinceridad descarada resulta contrastante con la hipocresía de las ficciones baratas a las que se nos acostumbra (sí, esas con pésimo fan service y tramas con altibajos que se complican de argumentos), y también provoca un estado de expectación, muy constante e instantánea, al ver las relaciones que se forjan entre dos familias tan desiguales.

Bong Joon-ho
Bong Joon-ho (Daegu, Corea del Sur; 14 de septiembre de 1969) es un director de cine y guionista surcoreano cuyas películas incluyen el drama criminal, acción, drama y ciencia ficción.

Más allá de extenderme en situaciones como el 'teatro marxista' o la lucha de clases (de las que hay muchos artículos y reseñas ya en la web), quiero enfatizar el trato y detalle, tan adecuado como propio, que se otorga a cada uno de los personajes. Este rasgo fundamental de la película permite empatías fugaces, pero asertivas en momentos muy cortos e intervenciones bien pensadas. Esta es una película, por lo tanto, sumamente inteligente y con un juego de valores que descarta la dicotomía del bien y el mal.

La perspicacia y la sátira salen a flote de manera natural, entonces la trama surge con elocuencia, sin esfuerzos por ver imposibilidades. Las actuaciones están a la altura de cualquier gran producción 'hoolywoodense' y, las emociones de estos actantes, se intensifican o se mediatizan, según se requiera manifestar con una precisión perfecta acorde al guion y la musicalización.

Para tratarse de una película que lleva la etiqueta de "drama", resulta quedarse muy corta en ello. Parásito es capaz de explorar los modos de vida convencional, las aspiraciones, los lazos familiares, el humor, el delirio, la violencia, el amor, la sexualidad, y demás tópicos que aburre hallarse en la cinemática actual, pero con vuelcos de lo más auténtico y, sobre todo, llenos de honestidad pura. Probablemente estemos hablando de la mejor película del 2019, por delante de películas como The Irishman de Scorsese o Joker con la interpretación grandilocuente de Joaquin Phoenix, entre otras.




Sin duda, se trata de una película que da mucho de qué hablar por su perfecta ejecución y escenografía; oscila perfectamente entre el ingenio y el suspenso. No miento si les dejo con la idea de que Parásito destaca por su calidad, sátira y psicología de personajes, por lo que no dejará indiferente a ningún cinéfilo.


Rodrigo Villalobos

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