PUBLICACIÓN POR CHRISTIAN CASTAÑEDA / 14 DE FEBRERO 2020
Hay ocasiones en las que me da por recordar a un personaje
que dedicó la mayor parte de su vida a hacer lo que más amaba: rock & roll
duro y directo, ese género musical que parece estar cada vez más escaso en la
actualidad y del que tanto necesitan las nuevas generaciones para combatir los
ritmos subnormales de esperpentos mediáticos que utilizan autotune y una computadora con Pro Tools para ocultar sus falencias
musicales. Pero, en el caso de la leyenda que hoy ocupa estas líneas, nunca hubo
una barrera que le impidiera expresar su arte, su verdad y su talento a todo
aquel que se detuviera por un momento a escucharlo. Este personaje se convirtió
en un referente del rock luego de militar en bandas como Elf, Rainbow y Black
Sabbath. Hablo, por supuesto, de Ronald James Padavona, el pequeño gigante del
metal poseedor de una voz extraordinaria, mejor conocido por sus legiones de
seguidores como Ronnie James Dio y que, en 1983, tras haber formado parte de dos
obras supremas como lo son Heaven and
Hell y Mob Rules junto a Black
Sabbath, decide independizarse para formar su propio proyecto con músicos de
primer nivel.
¿El resultado?
Una banda bautizada simplemente como Dio, que a partir de ese momento implantaría su propia bandera con Holy Diver, álbum debut aparentemente modesto y sin pretensiones, pero que hasta el día de hoy sigue siendo tan atronador y majestuoso como desde el momento en que éste fue concebido.
¿El resultado?
Una banda bautizada simplemente como Dio, que a partir de ese momento implantaría su propia bandera con Holy Diver, álbum debut aparentemente modesto y sin pretensiones, pero que hasta el día de hoy sigue siendo tan atronador y majestuoso como desde el momento en que éste fue concebido.
Holy Diver de Dio (Warner Records) |
Ronnie James Dio, acostumbrado como estaba a que la
guitarra, el bajo y la batería giraran en torno a su habilidad vocal, en lugar
de que la misma fuera sólo otro ingrediente más, logra explotar a tope su
creatividad en Holy Diver para
mostrarle al mundo la otra cara de la moneda que desafiaba por completo a los
mundos tenebrosos tan característicos de su anterior andanza con Tony Iommi y
compañía. Es así como Dio recorre, en su lugar, a través de terrenos donde
existe más luz y en los que dota al oyente de himnos inspiradores y letras que
buscan imbuir el espíritu entre destellos de energía renovada. Lo anterior es una
característica que estaría omnipresente en la mayor parte de su discografía. Holy Diver busca realzar el valor del
ser humano y lo invita a que vea más allá de sus limitaciones para desatar las
cadenas que él mismo se ha autoimpuesto, y así abandonar todo complejo de
inferioridad existente. Con lo anterior, Dio logró separarse del resto de sus
congéneres que, en plena efervescencia del heavy metal, se afanaban en retratar
en sus letras los apocalipsis nucleares, el ocultismo, las mitologías de
culturas antiguas y el rechazo a las ideologías de diversos líderes políticos,
entre otras temáticas.
Tomemos como ejemplo ‘Stand Up and Shout’, tema de
apertura tan rutilante como esperanzador con un estribillo muy llamativo del
que Iron Maiden probablemente cogería inspiración para el tema ‘2 Minutes to
Midnight’, lanzado un año después en su álbum Powerslave. Aquí se nos llama a desatar el verdadero monstruo que llevamos
dentro. Esta es una composición que se mueve velozmente y pretende que acabemos
de una vez y para siempre con el ostracismo social. No es en ningún momento un
grito de guerra dirigido a jóvenes rebeldes al estilo de Manowar, Twisted
Sister o Quiet Riot. Por el contrario, su contenido es de carácter más profundo
y metafórico e incita al oyente a no arrastrarse más en el fango de las debilidades
humanas. Se trata de descubrir tus alas de acero, de avivar el fuego interior, de
alzar el vuelo y que tu alma grite por su libertad perpetua.
Holy
Diver no desaprovecha
la oportunidad para mostrar otras creaciones que siguen la misma línea de
‘Stand Up and Shout’. De ahí que ‘Rainbow in the Dark’, composición que se
apoya en los teclados con una estructura amigable para llegar a un público más
amplio, nos recuerde que sin importar cuán herido un individuo pueda estar, su
fortaleza y su afán de seguir adelante lo convierten en un arcoíris que brilla
aún en la tiniebla más densa. ‘Caught in the Middle’ hace eco de lo anterior y
va más allá, al mostrar la eterna lucha entre el bien y el mal donde el ser
humano tiene la última palabra al momento de elegir qué dirección tomar, a
sabiendas de las consecuencias que sobrevienen en cada caso. La interpretación de
Ronnie James Dio es más que memorable y nos permite disfrutarlo en plena forma,
ya que sus agudos llegan a rozar lo grandilocuente y lo teatral. Nada mal para
alguien que nunca tomó clases de canto en su vida.
Integrantes de Dio |
Los cortes ‘Straight to the heart’, ‘Invisible’ y ‘Gipsy’,
por su parte, se mueven a medio tiempo y nos devuelven al rock endurecido de
finales de los 70’s, precisamente durante la etapa en la que Dio fue el frontman de Rainbow. Reminiscencias de
Thin Lizzy y del Black Sabbath con Ozzy Osbourne son fáciles de detectar en
ciertos momentos del disco, como por ejemplo en ‘Shame on the Night’, que nos
muestra una faceta más orientada al doom
mezclado con blues envuelto en un
velo misterioso, pero, en definitiva, devastador. Sin duda, esta pieza es más
lenta y oscura, al punto de contrastar con la personalidad optimista que el resto
del álbum posee.
Cuando piensas que Holy
Diver no tiene nada más que ofrecer, aparecen dos joyas de inestimable
valor que lo elevan automáticamente al olimpo del metal. Primero, tenemos
‘Don’t Talk to Strangers’, que abre con arpegios muy relajados y un Dio cuya
voz llega a ser tan suave como la sensación producida tras el contacto de
nuestra piel con la muselina. Ese inicio tan propio de una balada que resulta inofensivo
en apariencia, escala gradualmente hasta convertirse en algo más agresivo.
Incluso Dio se transforma porque pasa de ser un ángel protector a un demonio
que desgarra su voz de forma malévola, inundando el corazón del oyente con un
aura de incertidumbre. La calidad lírica se refleja en todo su esplendor, como
se puede leer en el siguiente fragmento que me tomé la molestia de traducir:
No hables con extraños
porque sólo existen para hacerte daño
No escribas en la luz de las estrellas
porque las palabras pueden volverse realidad.
porque sólo existen para hacerte daño
No escribas en la luz de las estrellas
porque las palabras pueden volverse realidad.
No te escondas tras los portales
podrías encontrar la llave que abre tu alma
no vayas al paraíso
porque en realidad es sólo el infierno.
podrías encontrar la llave que abre tu alma
no vayas al paraíso
porque en realidad es sólo el infierno.
No huelas las flores
son una droga maligna que te hará perder la cabeza
no sueñes con mujeres
porque sólo te traerán abajo.
son una droga maligna que te hará perder la cabeza
no sueñes con mujeres
porque sólo te traerán abajo.
La otra canción es precisamente la que le otorga el
título al disco. ‘Holy Diver’ es el componente que se moviliza a menor
velocidad en el álbum, pero es también el responsable de definir su
personalidad por completo. Es evidente la similitud que existe con la clásica
‘Heaven and Hell’, ya que hasta podría considerarse como una reinterpretación
de la misma. La mayor diferencia, sin embargo, radica en su rechazo a cambiar
de ritmo, el solo de guitarra tan intoxicante que lo persigue como una sombra
por sus casi seis minutos de duración, y el continuo enfoque en la habilidad
vocal de Ronnie James Dio. El teclado que da inicio al tema le agrega un aire
mágico, aunque puede tornarse un poco largo. Esta pieza en particular ha dado
pie a un sinnúmero de interpretaciones por su posible significado. La más
aceptada es aquella en la que se afirma que ese ‘buzo divino’ se trata en
realidad de Jesucristo descendiendo al Averno después de haber sido crucificado
por los hombres. Un nuevo recorrido inicia para él en un mar de medianoche
donde el camino hacia la luz está muy lejos de su alcance.
Para este primer material que daría inicio a una
impecable trayectoria, Ronnie James Dio se hizo acompañar de Vivian Campbell en
las guitarras, Vinny Appice en la batería y Jimmy Bain en el bajo/teclados. Cada
miembro se desvive por dejar su propia huella y, debido a su compromiso con el
proyecto, esto les permitiría tocar juntos en dos discos más: The Last In Line y Sacred Heart. Por ello, Holy
Diver rebasó las expectativas tanto de la crítica especializada como de los
mismos fanáticos y se volvió un pilar fundamental para la movida del heavy
metal en los 80’s. La placa es considerada como una inspiración para tantas
agrupaciones que encontraron en Holy Diver
una madurez musical producto de años de perseverancia, y la experiencia
adquirida tras pertenecer a Rainbow junto a Ritchie Blackmore, y más adelante a
Black Sabbath. Fue Ronnie James Dio quien hizo resurgir a estos últimos del limbo
en el que se encontraban tras la partida de Ozzy Osbourne y el desgaste musical
que se había evidenciado en sus dos últimos trabajos Never Say Die! y Technical
Ecstasy. Años después, Dio regresaría a grabar un tercer material con ellos
llamado Dehumanizer, para luego continuar
con su carrera en solitario. Lock Up The
Wolves, Magica, Master of the Moon y Killing The Dragon son algunos ejemplos
de ese despliegue de calidad en el que Dio nunca abandonó su esencia, como le
sucedió a tantos otros intérpretes con el paso de los años. Su último material
fue el célebre The Devil You Know,
con la recién formada banda Heaven and Hell en 2006, al lado de Tony Iommi,
Vinny Appice y Geezer Butler, la cual buscaba forjar nuevamente el sonido de
Sabbath con Dio que tanto agradó al público y a la crítica. Como dato
adicional, fue Dio también, entre otras cosas, el encargado de popularizar la
señal de los ‘cuernos del diablo’, tan conocida por cualquier seguidor del heavy metal.
Ronnie James Dio duerme hoy el sueño eterno, luego de
haber fallecido en el 2010 víctima un cáncer estomacal contra el que luchó
incansablemente durante algún tiempo, dejando un vacío que ningún otro músico
podrá llenar. Pero, su legado prevalece y Holy
Diver se convirtió en el inicio de una historia musical con grandes
triunfos y conciertos inolvidables por doquier. Tras su fallecimiento, se han
editado discos en vivo de sus mejores épocas y han surgido bandas tributo como
Dio Disciples, que buscan preservar el sonido y la magia que este señor dejaba
a su paso. Holy Diver fue uno de los
discos más grandes y representativos en la década de los 80’s, no sólo para la
escena del rock dentro de los Estados Unidos, sino también a nivel mundial.
Gracias por tanto, Dio. Tu
música y tu voz siempre nos acompañarán como un arcoiris en la oscuridad y nunca
te olvidaremos. Hasta el recuerdo, maestro.
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