Ponencia presentada en el Centro Cultural Universitario Casa Flavio Herrera el XX de Febrero de 2020, con motivo del 125 aniversario del nacimiento del escritor Flavio Herrera.
Portada de El Tigre de Flavio Herrera - version de Editorial Universitaria, USAC. |
Antes de tratar materia alguna
sobre la obra literaria, permítanme darles a conocer la perspectiva que ante
ustedes presento hoy. La Escuela Tradicionalista o Tradicionalismo Pereene; es una escuela de pensamiento que surge de la mano de los escritos de René Guenón, y otros autores como Julio Evola, Frihjof Shoun y
Ananda Coomasaswamy. Ocasionalmente se apoya en los
aportes del análisis de simbolos y el fenómeno religioso en los textos de Mircea Eleade.
En esencia el Tradicionalismo es una reacción propia de principios del siglo XX que contraria a las vanguardias; rechaza la idea actual de progreso e ilustración; describe a la civilización moderna como: decadente y una pseudo-civilización.
El mundo moderno solo se mide en torno a su progreso material o desarrollo tecnológico, pero se olvida o anula la moralidad y el espíritu del hombre occidental y más recientemente del hombre moderno globalizado. La posmodernidad es no más que un apéndice del cancro social que se ha convertido el mundo moderno.
En esencia el Tradicionalismo es una reacción propia de principios del siglo XX que contraria a las vanguardias; rechaza la idea actual de progreso e ilustración; describe a la civilización moderna como: decadente y una pseudo-civilización.
El mundo moderno solo se mide en torno a su progreso material o desarrollo tecnológico, pero se olvida o anula la moralidad y el espíritu del hombre occidental y más recientemente del hombre moderno globalizado. La posmodernidad es no más que un apéndice del cancro social que se ha convertido el mundo moderno.
Una tradición perenne o
primordial ha sido transmitida desde el origen de la humanidad y ha sido
parcialmente restaurada por cada fundador genuino de cada nueva religión; no de
modo que sean todas una misma religión en una especie de gnosismo subversivo, sino que todas esas tradiciones históricamente separadas: la Toltecayotl de los
nahuas, la Paideia griega, los Vedantas hindúes
o el Bushi-do japonés por mencionar algunos; comparten los mismos principios metafísicos,
llamadas filosofía perenne.
Estamos hablando aquí de principios
fundamentales, una moralidad antigua que insta al hombre a buscarse a si mismo
en un estado superior, en la posibilidad de trascender en si mismo y por si
mismo mediante su acción en esta tierra.
Voy a hacer unas observaciones
sobre religión y cultura porque básicamente estas están cimentadas sobre
estructuras ideológicas.
Guenón plantea en su libro La
Crisis del Mundo Moderno, que las religiones semíticas (cristianismo, islam y
judaísmo) tienen una estructura esotérica/exotérica. El exoterismo que es la
dimensión externa de la religión, se integra por ritos religiosos y una moral
además de una teología dogmática. Ese punto de vista exotérico que comparten
las religiones semíticas esta basado en puro “sentimentalismo” en lugar de pura
naturaleza intelectual; su actuar se limita en el seguimiento de la doctrina de
la creación y en una subsecuente dualidad entre dios y su creación.
Es decir el hombre es
contrapuesto a dios, quien esc perfecto, inmanente, y todo poderoso; en tanto el hombre es imperfecto, mancillado, carente de posibilidad de acceso a la
divinidad no mas que por proximidad al dios y la observancia de sus mandstos (por no decir menos que un esclavo). En una existencia en la que el único fin del hombre es
estar en un eterno estado de bondad en un paraíso celestial tal y como lo presentan las religiones
abrahámicas, para servir eternamente.
Pero existen otros pensamientos,
otras creencias más antiguas opuestas a estas exotetico/esotericas; y que no se basan en esa
relación esotérica/exotérica como las mencionadas anteriormente; sino en ese
Tradicionalismo Perenne, en el que el esoterismo a como lo presenta René Guenón
tiene total independencia a esos ritos, moral y teología dogmática; en el que
el fin de los estados superiores de realización son alcanzar la unión entre el
individuo y su principio; ser al mismo tiempo trascendente e inmanente.
Así, el tradicionalismo concibe al
ser humano en un estado de búsqueda de posibilidades de trascendencia del
estado humano; y que en su cultura y organización social se ve manifiesta la situación actual de una civilización; en
nuestro caso la Occidental, aunque para lo tratante al Tigre de Flavio Herrera,
he de decirles que encuentro en sus palabras una crítica al estado actual tanto
de Occidente como de los pueblos que étnicamente integran las indígenas.
¿Qué es la modernidad para el
tradicionalismo?, no es más que un proceso de decadencia; el reino de la
cantidad; en la que el hombre y su universo están más determinados por la
materia (contrario al espíritu a como era en el mundo antiguo) en palabras de
René Guenón y que apoyado por Julius Evola llaman a nuestra época el tiempo del
Kali Yuga.
El Kali Yuga es el periodo actual, que se describe en la literatura hindu como ka era de la hipocresía y el conflicto.
El Kali Yuga es el periodo actual, que se describe en la literatura hindu como ka era de la hipocresía y el conflicto.
Vivimos entonces en un tiempo de
valoración material, en el que la degradación moral es justificada en la
satisfacción inmediata de los impulsos o necesidades más básicas.
La propuesta que tengo a ustedes
no es la de dejar de analizar El Tigre de Flavio Herrera por su valor
descriptivo, uso de imágenes sensoriales; presentación de cuadros de costumbres
y dureza de la vida en el campo. Porque
la obra va más allá de la crítica de las duras situaciones de la vida en el
campo, entiéndase a principios del siglo XX o en la tercera década del siglo
XXI, es innegable que la obra es de carácter criollista, incluso una mala
lectura podría tildar a don Flavio de machista o racista; cuando en sus
palabras reside todo lo contrario. Es en si misma, no una obra que ensalza la
violencia y en el que pinta de forma nostálgica o valerosa el uso de la
agresión para conseguir la satisfacción de las pulsiones en la vida en el
campo.
Don Flavio está haciendo una
verdadera crítica al espíritu del hombre y la mujer occidental, modernos ambos
y de como esta modernidad que representa la maquinaria, la presencia de
extranjeros tecnificados (norteamericanos o alemanes) o la misma ciudad de
Guatemala, representan un falso progreso; una mayor abundancia material pero
una carencia de espíritu grandísima.
Baste como ejemplo la actitud de
Luis de León el hijo del finquero que ha regresado tenificado al campo, que
siente en si mismo reverberar los
impulsos por estar consciente que en la costa puede hacer a como le plazca sin
tener consecuencias y cuando el personaje de Margarita se le acerca a pedirle
un apoyo para recomendarle, este lo primero que hace es juzgarla interiormente
y ofrecerle un apoyo en apariencia; no le reconoce como su igual a pesar de que
provienen de familias ambas acomodadas aunque la Margarita caída en desgracia.
Así mismo Luis sin ningún
remordimiento viola a una india en el campo; ni siquiera describe la impresión
que le ha causado dejar a la mujer yaciendo pues para el no es más que un
objeto por el que ha podido pasar y aliviar su congestión sexual.
Otro ejemplo de carencia de
espíritu; porque los hay varios es la reacción de la alemana; que al ver que un
peón ha llegado mordido por una serpiente barba amarilla, antes de inmutarse
por el estado grave que tiene el hombre le ha pedido al médico si puede
regalarle la serpiente, pues con el cuero puede confeccionarse bien unos
zapatos y un cinturón que bien serán la envidia de sus amigas.
Luis es el claro ejemplo del
hombre moderno occidental, materialista, clasista; tengamos por claro que la
modernidad no es un tema del siglo XX en el que está ambientada esta obra sino
mucho más viejo. Luis es un hombre impulsivo, libidinoso, desconfiado,
conocedor de la ciencia y la técnica moderna y que desprecia el mundo antiguo.
Es un doctor, una profesión de respeto que rechaza la figura del brujo, que es
al final la última esperanza del indio luego de que sus tradiciones y su
medicina le han dejado desamparado.
El brujo que sería quizá el
último resabio de ciencia que les queda a estos seres que se presentan
atontados, como animales queda desautorizado frente a la ciencia del hombre
moderno; que es aunque portador de nuevo conocimiento un ignorante en materia
moral o espiritual; ya que sus acciones no lo podrían siquiera redimir en su
espiritualidad exotérica cristiana.
Y digo que es cristiano porque
hay una mención de la festividad de la Virgen de Candelaria que es permitida en
la finca; y puede analizarse la obra desde su aspecto histórico-contextual y
otras cosas.
En contraposición con Luis se encuentra Fernando su hermano, y Don Juan
Don Juan Representa el orden
antiguo, pese a que es terrateniente, tiene nostalgia del tiempo antiguo.
Felipe podría ser, pero a esto a
una interpretación más personal, la máxima forma del ser del hombre moderno un
epicúreo, un desinterasado, un hedonista; lo que a sus manifestaciones más
modernas es el hombre posmoderno.
De la mujer podemos comparar tres
personajes, Margarita, Adela y la Alemana; no contaré en este caso a la mujer
indígena que es presentada en La Visión o que luego es violada por Luis porque
no es presentada como mujer, es carente de agencia y nombre es presentada más
como un objeto de satisfacción sexual, como un símbolo corrompido, de lo cual
hablaré más adelante.
Estos tres personajes que he
mencionado anteriormente son dos mujeres mestizas, criollas y una extranjera que por sus modos de vivir,
historia e idioma para expresarse se integran en el grupo de mujeres
occidentales; Margarita es el símbolo de pureza femenina, una mujer virtuosa,
trabajadora, vulnerable por su situación social e histórica; carente de padre o
figura masculina que vele por ella y su integridad y de la cual esta a merced
del poder del criollo o hacendado que busca corromperla moralmente y someterla
a un estado de indignidad. Luis
representa para ella la modernidad, que le seduce a dejarse poseer, a
objetivarse a definirse en torno al sexo.
La sexualidad como en la
modernidad deja de ser un hecho dirigido a la maternidad y se manifiesta como la
pornografía en la actualidad a la masturbación y satisfacción momentánea; la
mujer no es más que un ser que goza y se deja gozar
Adela, hermana mayor de
Margarita, representa sensualidad, que
también ha caído en desgracia de una gloria pasada, a pesar de que una mujer casada, patrona de la finca El Pino,
que pasa del cumplimiento de su deber y se dedica a cometer infidelidades
consciente de que moralmente no es un actuar social correcto o el cumplimiento
de un compromiso de fidelidad; para la época cuenta con lujos es una mujer que
a la óptica feminista radical actual podría definírsele como una mujer
empoderada cuando realmente el único hecho que comete o con el que trasciende
es rumbo a la amoralidad.
Y la alemana es una mujer
materialista desinteresada por la compasión como se ha dicho antes.
Flavio en El Tigre no es
solamente crítico del actuar del hombre y la mujer occidental, así mismo
crítico o presentador del reflejo ignorante y estúpido del guatemalteco criollo
o mestizo de principios y mediados del siglo XX que concibe al indígena que por
las referencias que nos hace es el maya hablante, de occidente; como un animal,
como una larva; como un ser poseedor de un pasado glorioso, del que hora no le
queda más que un triste y mísero recuerdo.
El indígena en el Tigre es un
personaje que puede categorizarse en dos; o el anulado y colectivo (grotesco,
sucio, visceral), o el individual como el personaje de Tisiquin (que bien
podría ser un eufemismo quiché, el mismo nombre), que es constantemente
ridiculizado por los patronos, tenido a menos; con una mayor intervención, pero
con claras manifestaciones de torpeza, cada actuar o papel que ejecuta es
regañado por los dueños de la finca.
No hay un solo vestigio de deseo
de rebelión indígena como podría pensarse en un Huasipungo de Jorge Icaza, ni
momento para compadecerse del indígena por ser “un” más que un “ser” un hombre
sensible, poseedor de conocimiento, deseos y agencia.
Es un ser con un espíritu roto.
¿Por qué razón Flavio Herrera no
es racista con el indígena guatemalteco en esta obra?
Porque la crudeza de sus descripciones son la voz de el otro (el criollo que desde su visión moderna asume al indígena, y que históricamente en Guatemala se ha buscado aculturarlo, ladinizarlo, volverlo igual o una caricatura del mestizo o del hombre occidental de religiones abrahamicas).
Y porque reconoce la existencia de la nobleza anterior, aunque este símbolo es mancillado no sin propósito.
Porque la crudeza de sus descripciones son la voz de el otro (el criollo que desde su visión moderna asume al indígena, y que históricamente en Guatemala se ha buscado aculturarlo, ladinizarlo, volverlo igual o una caricatura del mestizo o del hombre occidental de religiones abrahamicas).
Y porque reconoce la existencia de la nobleza anterior, aunque este símbolo es mancillado no sin propósito.
En la visión se reconoce a una
mujer indígena, que ya la mencioné anteriormente, que se le reconoce hermosa,
destaca por su altura, por su porte y es tenida por desendiente de las
princesas de Atitlan.
Es la constante pregunta ¿hasta
donde este pueblo puede dejar humillar su orgullo?, ya no es en la actualidad
el hombre blanco o el mestizo el que humilla, porque también es humillado en la
modernidad por el extranjero, por la banca internacional, por las leyes
injustas por el proteccionismo o subre monitoreo gubernamental, por la
decadencia espiritual y moral del mismo hombre occidental.
Esta obra es más que un reflejo de la vida del campo del
pasado, las estampas guatemaltecas criollas; y que se mantiene actual y vigente
en tanto se reconozca que los vicios que ahí presenta son los vicios actuales,
es la misma degradación espiritual del hombre moderno, abrumado por el
desarrollo tecnológico ya no de la máquina sino de la inteligencia
artificial, del big data, de los
algoritmos todosapientes de las redes sociales, de la búsqueda por la
fiscalización y el control gubernamental de esta democracia financiera en la
que vivimos; que solo nos lleva a la inminente destrucción del Kali Yuga.
Continuará...
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