RESEÑA POR HENRY VARGAS ESTRADA / 2 DE ABRIL 2020
Las adaptaciones de videojuegos, por parte de estudios americanos, siempre han tenido dificultades para
funcionar. En el medio del cine, a pesar de recientes buenas propuestas,
todavía no se ha logrado mantener una calidad constante en las producciones. A
su vez, la televisión si ha funcionado, pues el medio audiovisual más largo se
considera más apropiado para experiencias extendidas como lo son los mismos videojuegos. Y
más si está Warren Ellis detrás para escribirlo.
La tercera temporada de
Castlevania por parte de Netflix logra cumplir, y hasta superar, las expectativas
dejadas por sus temporadas anteriores. Esta nueva entrega de la serie animada
producida por Adi Shankar y basada en la legendaria serie de juegos de Konami, es la muestra de que, con un guión bien logrado, buenos valores de producción y
respeto al lore original se puede hacer algo excelente. Sin llegar a revelar
muchos spoilers, considero que el trabajo es hasta superior a muchas series
animadas americanas en general, y esto es decir mucho.
El guión presentado por Warren
Ellis continúa las aventuras de Trevor Belmont, Sypha Belnades y Alucard luego
de la caída y muerte del conde Drácula, padre de este último. A pesar de lograr
una gran victoria y traer la paz a la región de Valaquia, nuestros
protagonistas se ven metidos en nuevas conspiraciones, pero sobre todo en
dilemas personales que elevan su desarrollo frente a lo presentado
anteriormente. La tercera temporada se divide en varios arcos argumentales
aparentemente desconectados entre sí, pero que al final se unen para mostrar y
anticipar grandes cosas para el futuro de su desarrollo narrativo. Estas tramas se van desarrollando
principalmente con largas escenas de diálogo que tocan temas de mucha
importancia, así cómo escenas que muestran problemas poco tocados en la
animación y en la ficción moderna, en general.
Lo interesante de Castlevania es que habla de estos temas sin tapujos y sin dar opiniones que empobrezcan la calidad de la narrativa. La serie deja que cada personaje exprese lo que siente y le da el suficiente tiempo, a casi todos, de dar lo suyo. Ahora bien, esto puede ser algo malo para los que disfrutan de la acción constante en cada episodio, pues la serie se toma su tiempo para llegar a mostrar la magia y los golpes, aunque cuando lo hace, resulta glorioso.
Lo interesante de Castlevania es que habla de estos temas sin tapujos y sin dar opiniones que empobrezcan la calidad de la narrativa. La serie deja que cada personaje exprese lo que siente y le da el suficiente tiempo, a casi todos, de dar lo suyo. Ahora bien, esto puede ser algo malo para los que disfrutan de la acción constante en cada episodio, pues la serie se toma su tiempo para llegar a mostrar la magia y los golpes, aunque cuando lo hace, resulta glorioso.
Y es que los últimos tres
episodios son sencillamente de lo mejor que he visto en series americanas en
mucho tiempo, rivalizando incluso lo que se muestra tradicionalmente en
producciones japonesas en cuanto a acción y animación se refiere. Castlevania
llega a niveles de calidad que nunca pensé ver en series producidas en este
lado del charco, dando muestras de la confianza que tienen sus productores para
invertir mucho dinero en este proyecto. El resultado es maravilloso y ojalá
todos siguieran su ejemplo.
Por ello, considero que Castlevania es la mejor
adaptación audiovisual que jamás se le ha hecho a un videojuego. Espero que las
siguientes temporadas continúen o eleven el nivel. Esto será fantástico para
que más estudios se unan y hagan buenos trabajos. Netflix, Warren Ellis y el
estudio de Adi Shankar, están haciendo cosas grandes para los seguidores de los
videojuegos, como equipo. Esta serie es algo imperdible y no hay que dejarla pasar inadvertida.
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