Después del 13 de marzo...- Reseña

PUBLICACIÓN POR FABRICIO AMÉZQUITA / 3 DE ABRIL 2020

Fotografía de "Casa No'j"
Fotografía de "Casa No'j" tomada durante el toque de queda.
Créditos de la fotografía a Carlos López.

Después del 13 de marzo, en Guatemala nada es lo mismo, nuestra cotidianidad se vio interrumpida, muchos dejamos de ir a nuestros trabajos como medida de prevención. Para muchos de nosotros, nuestro trabajo es parte de nuestras vidas y nos toco entender que hay momentos en la vida en que debemos retomar este tiempo de cuarentena para poder valorar la importancia de la gestión cultural en nuestro medio.

Si bien el arte y las manifestaciones culturales siempre están relegadas a las necesidades menos básicas y, muchas veces, a la distracción nada más, hoy que han pasado más de 15 días vemos el panorama distinto. En mi caso, supe que home office se llama lo que hago a diario: el coordinar con artistas, el equipo de diseño y montaje de Casa No’j, con los practicantes, con asociaciones, con instituciones culturales, con instituciones diplomáticas y de enseñanza; en realidad, con todos con quienes mantenemos una relación estrecha. Detrás de la actividad más pequeña hay un despliegue de profesionales que lo único que necesitan es que usted asista a las actividades, que usted compre y consuma arte y cultura.

Debido al COVID-19 cancelamos agenda de actividades programadas con meses de anticipación, en ese momento muchas cosas también cambiaron para nosotros, los que hacemos gestión cultural, muchas veces desde la precariedad, pero convencidos. Para algunos puede sonar iluso que el arte y la cultura merecen el respeto y la atención de todos, hoy 2 de abril muchos nos hemos decidido a llevar de manera virtual, o por medio de las redes sociales, un poco de eso que hacíamos a donde no llegaba gente.

Si no fuera por la música de los livestreams en Facebook, de las plataformas digitales, de las recomendaciones literarias y de películas, que hemos hecho en nuestras redes sociales y, por supuesto, en las de las instituciones que representamos, esta cuarentena pesaría más, el ser humano es social por naturaleza y este encierro nos obliga muchas veces a consumir arte y cultura sin saberlo. Hay quienes no saben que detrás de lo que vemos y escuchamos hay gente especializada dando lo mejor para que nos “entretengamos”, cuando esto pase, estemos más pendientes de las agendas culturales que existen, vayamos al teatro, paguemos por ir al concierto de un amigo músico, paguemos por comprar el libro que presentó una editorial local, dejemos que el arte sea eso que nos vuelva a unir, que nos haga debatir de nuevo, pero sobre todo que nos haga comunidad.

Por lo pronto, lo más importante ahora es cuidarnos y tomar medidas de precaución para que cuando esto haya pasado, todos estemos y podamos tener esas diferencias provocadoras que el arte nos da con tanto amor.

Fabricio Amézquita
Gestor cultural y Director Centro Cultural Casa No’j
Quetzaltenango



FABRICIO AMÉZQUITA

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