El factor nostalgia y los videojuegos - Geek Review

PUBLICACIÓN POR PEPPER / 13 DE AGOSTO 2020

Gamer


Desde hace algunos años comenzó a darse una tendencia importante en el medio del Cine, y pareciera ser que el 75% de los grandes estrenos consiste en lo siguiente: secuela, remake, superhéroe, secuela, remake, secuela de superhéroe X. Algunas son exitosas, y por una serie de factores otras no lo son tanto.

Y la crítica, por supuesto no ha faltado; rondan opiniones como: ¿se esta quedando la industria sin ideas?, ¿acaso la nostalgia es lo único que vende?, ¿tendremos una secuela más de los Minions?

Pero vale la pena preguntarse si ¿es quizá el problema la gran cantidad de remakes y secuelas o es la falta de calidad de muchas de estas?

Dentro de la Industria de los Videojuegos nadie es ignorante de las secuelas o los remakes. Muchos grandes títulos lo son, incluso llegan a ser mejores que sus predecesores (Por ejemplo Silent Hill II comparado con el primero). Cosa contraria a lo que suele suceder con las películas, con la llamada maldición de la secuela que se dice que siempre es peor que la primera película.

Un claro ejemplo es la franquicia de Final Fantasy, ya que con más de 15 juegos en su haber sigue siendo una de las más reconocidas, y quizá de las más queridas. Juegos que por el solo hecho de llevar el nombre de la franquicia tienen aseguradas ventas altísimas cada vez que sale un nuevo título, sin importar realmente su calidad.

Otros títulos como: Pokémon, Persona, Zelda, Mario, Sonic, Sims, Assassins Creed, Elder Scrolls, etc. me vienen a la mente como ejemplos que van en la misma línea.

Pero la industria de los video juegos no esta exenta de malos títulos, DLC sobrevalorados y micro transacciones con valores francamente ridículos. Los juegos parecen ser vendidos como vasitos coleccionables de Coca-Cola, pieza por pieza en un periodo de 3 a 6 meses cada una.

Aunque se decirles que no todas mis experiencias con esta tendencia han sido malas y existen videojuegos en los que no es necesario comprar un DLC para tener una historia completa y disfrutar de lo  mucho que tiene que ofrecer. Ejemplo de esto puede ser: Splatoon 2, Viscera Cleanup Detail, The Witcher o Oblivion.

El caso contrario es el claro ejemplo de Dragon Age, en el que si quieres saber el final prepárate para comprar el DLC; también el más reciente título de Pokémon. 

En Pokémon podemos ver con claridad el triunfo de la nostalgia sobre la calidad. Pokémon es una franquicia de juegos de la que todo el mundo y su abuelita han escuchado. Con el simple hecho de que algo tenga a Pikachu en la portada será vendido, aunque no sea de marca u original.

Y esto fue justo lo que paso con Espada y Escudo, recientemente estrenado en 2019.  Es un juego base, que como desde sus inicios fue estrenado en dos versiones diferentes con algunos elementos únicos para cada versión. La gran diferencia fue que esta vez Game Freak anunció la salida de dos DLC para Espada y Escudo.

Con la salida de su primer DLC, La Isla de la Armadura, hemos confirmado lo que muchos ya sabíamos y lamentábamos: que Pokémon Espada y Escudo no esta a la altura de previos lanzamientos. Ni en mecánicas, ni en contenido. Aunque duela admitirlo, para hablar positivamente de Pokémon es necesario ver hacia atrás y hablar de otras versiones.  Pokémon Let’s Go, Pokémon Oro y Plata y Pokémon Diamante vienen a la mente.


Por supuesto, la opción del DLC no es totalmente mala, en muchas ocasiones agrega contenido interesante a la historia o nuevas oportunidades para seguir disfrutando de un juego en el que hemos invertido un tiempo considerable, el problema llega cuando ese extra no es coherente en calidad, precio y contenido.

Y es allí cuando llega el momento de comenzar a cuestionarnos: ¿Qué tipo de contenido queremos consumir? 

Calidad o nostalgia.


PEPPER







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