"Las aventuras de Mindy y Mandy" [Parte 2] de Claudia Figueroa - /K/RTONES


EXCLUSIVA PARA REVISTA LA FÁBRI/K/ / 22 DE MAYO 2019 

Bridge child children by Pexels.

El planeta de la Libertad

Llegaron a un planeta un poco más grande, los pequeños príncipes se veían más pequeños que el resto de habitantes. La gente trabajaba la tierra; otros, en casa; otros, en la administración del planeta. Pero todos eran esclavos de muchas cosas y tenían un problema, no tenían libertad.

Se dirigieron hacia un palacio adornado en oro y piedras preciosas, parecía ser el palacio de un rey, iban a ver al monarca. Cual fue su sorpresa que se encontraron con un hombre déspota que solo quería las cosas para sí mismo, no dejaba que su pueblo eligiera qué hacer. Se juntaron con uno de los sirvientes quien les habló de todo lo que ellos pasable.

SIRVIENTE: Aquí se ha vuelto imposible convivir, nos dicen que hay elecciones, pero aunque escojamos a diferentes personas, siempre es lo mismo, ¡no podemos seguir así!

MINDY: ¿Qué pasa? ¿No tienen libertad?

MANDY: Se supone que hay libertad, pero esta es relativa a los gustos de las personas o de quien mande –dijo en voz alta.

SIRVIENTE: Vengan, les voy a enseñar.

Fueron hacia un cuarto donde podían ver todo lo que sucedía en el planeta, un tiempo atrás, hubo una invasión de seres que querían consumir al planeta, y llegaron a un trato con el monarca: "No tocarán al planeta siempre y cuando hicieran lo que ellos decían".

Aunque por fuera eran personas normales, el cuarto tenía un escáner donde se podía ver por dentro de cada uno. Su forma era fea y deforme, no tenían más intención que terminar con el planeta.

Los dos niños estaban espantados y empezaron a planear como acabar con esto, de una manera que ellos conocían. Con el ejemplo. Demostrando con sus actos todo lo que hablan y creen.

A la mañana siguiente, los señores que habían tomado el planeta llegaron. Vieron a los dos niños que hacían todo diferente. Los señores se pusieron furiosos queriendo obligar a los dos hermanos a hacer lo que ellos decían, los niños no se dejaron usando estas palabras:

MANDY: Todos tenemos la libertad de elegir lo que queremos: nuestro mundo, la casa, el trabajo que vamos a realizar.

MINDY: Además todos tenemos libertad de elegir las diferentes opciones o de tomar decisiones propias.

SEÑOR TENEBROSO: Nadie tiene derecho a nada, nosotros elegimos todo, no queremos que los pueblos sean libres.

MANDY: Ustedes son esclavos de sus sentimientos.

MINDY: Todos tenemos que vivir en libertad.

Mindy y Mandy se fijaron en algo que había en los ojos del Señor Tenebroso, una pequeña luz que quería salir. Los dos niños esbozaron una sonrisa, y sin emitir sonido, empezaron a hablar con la pequeña luz. Esta fue creciendo y creciendo hasta que envolvió a la oscuridad. Los habitantes del planeta se sintieron libres nuevamente.

LUZ: Gracias, niños, no sabía cómo salir.

MANDY: Ya sabes, lucesita, a seguir brillando.

MINDY: ¡Yupiiii! Me alegro que hayas podido salir.

LUZ: Esta vez seré yo quien me quede a guiar a este planeta, y pierdan cuidado, todo irá muy bien.

MINDY Y MANDY: Adiós, vamos a ver los otros planetas de nuestro reino.

Ahora vengan, acompáñenos al siguiente planeta, vamos a ver qué podemos hacer por el planeta de la Paz.

Tomaron su nave y salieron hacia el siguiente planeta a tener nuevas aventuras.

Continuará...

Revista La Fabrik

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