EXCLUSIVA PARA REVISTA LA FÁBRI/K/ / 1 DE JUNIO 2020
Pobres niños
Pobres, niños. Los días los
viven sin esperanza
y se revuelcan en la calle
para apagar su tristeza.
No los culpo. Son víctima del
dolor y la pobreza
que consume a estos pueblos llenos
de tranza.
Desolados en los tristes arcos
de la calle,
recogiendo los peores males de
la tierra;
Me duele el corazón verlos en
la calle,
me duele el alma saber que se
les destierra.
Pobres niños: ángeles del
infortunio errante,
que mueren bordando el
desconsuelo al cielo,
como materia secreta que no
haya consuelo
en los pulidos sueños del
universo andante.
Al mirarlos con dolor, se
llena de espinas mi alma,
en esa maldita condición solo
los espera la muerte;
parece un gran circo en el que
el destino se divierte
y cada uno perece implorando
hallar un poco de calma.
Tirados a la calle para vivir
sus desventuras,
destrozados por el dolor, de
ése mundo prisioneros;
el cielo apagó su luz y los
cantos de jilgueros,
¡Solo miran su gran cruz,
repleta de amarguras!
Y es más fuerte el dolor
mirarlos sin hacer nada,
mirar que sus ilusiones se
convierten en materia;
¡Qué triste verlos llorar,
llorar por una morada!
¡Que
grande es el dolor que provoca la miseria!
De la fe y la esperanza son
los grandes guerreros,
que luchan todo el día contra
las torturas del hambre;
¡Hay muchos sin un sol, con
hilitos de estambre,
que buscan un poco de amor y
los tachan de callejeros!
Y el peor de todos los males
es la falta de educación,
fruto del progreso para una
patria esclavizada;
si no se cultiva el corazón
con la enseñanza apropiada
serán los hijos que
aborrecerán a la nación.
Pobres niños, propensos espíritus
desamparados,
jilotes de milpa luchando para
ser buena mazorca;
quieren ser buenos hijos, pero
el pueblo los ahorca,
quieren ser diferentes, pero
ya están marcados.
Niños oprimidos: fuente dulce
de sagrada penitencia,
cucuruchos de la cruz, victimas
de la injusticia y el ultraje;
hoy mi canto es una oración
que ofrezco a la Providencia
con la profunda esperanza de
cambiar su oscuro viaje…
Por eso le pido al Niño Jesús,
bendición para cada uno:
tenue luz de amor y de dulzura
que deshace sufrimientos.
¡Que ya no vivan una vida de infortunios
y lamentos!
¡Qué su amor es el más grande
y salvador como ninguno!
Porque, aunque el mundo esté
lleno de feroces serpientes,
ellos son la dulce esperanza
de esta vida mal pintada;
Niños abandonados, quijotes de
ilusión en la alborada,
prisioneros que cantan el
himno nacional de los valientes.
Niños: reciban mis verdes
versos de canto y buganvilia,
para compartir el dolor y
desahogar el infortunio obrado;
para escuchar el majestuoso
coro salvador de la Familia
que ilumina las almas, con la
fuerza amorosa del Resucitado.
Colgar las cóleras por
aquellos que los han desamparado,
y escuchar la sonata alegre de
la gloria y la esperanza;
no es fácil perdonar, pero
perdona; así lo hizo el Crucificado,
por aquellos que lo mataron en
la cruz con una lanza.
En el nombre de Dios, mi
oración se ensalza fuerte,
y pido apagar las injusticias
de la calle y de la vida;
porque lo importante es soñar
con el alma bendecida
para sanar la primavera rota en
la calle de la muerte.
Mientras el mundo cierra los
ojos a su caótica suerte
y el viento surca desolado
para resurgir y deambular,
hay que aprender a romper las crueles
cadenas y amar,
¡hay que aprender a ser
humanos, humanos al verte!
Será la forma de entender que
el azúcar de la luna
tiene las canciones azules de
la virtud y la esperanza;
y el milagro de la vida florece,
en mi canto de añoranza,
por todos aquellos niños que
no tuvieron una cuna.
Pobres niños, solo estoy
seguro que no fue mala suerte,
que la Gracia y el Destino,
conjugaron mal el corazón;
y hoy, con lágrimas y sin
vanidades, te ofrendo mi oración:
“Padre Nuestro que estas en el
cielo… danos tu bendición…”
“¡Señor, mío! Poderosa esencia
que en mi alma respiro.
Te pido por el pan y la tortilla
de los desamparados,
los que viven la presencia de
tu amor en un suspiro
y cubren su espíritu con las
glorias de tus cariños loados.”
Ángeles del silencio… cantores
del amor y del anhelo,
con los pulmones desvanecidos
por tanto desconsuelo,
ni el destino puede ignorar que
su dolor es el más fuerte…
¡Porque, Niños, son los poetas
que, a diario, vencen a la muerte!
César Luna ha participado recientemente en nuestro Primer Concurso de Microrrelato Virtual y obtuvo una mención honorífica; recuerden que pueden leer ese y todos los cuentos en el enlace: https://bit.ly/Microrelfab.
Cesar Augusto Luna Ortíz | Ipala, Chiquimula Guatemala
César Augusto Luna Ortiz es maestro, poeta y escritor guatemalteco.
Egresado de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Ha publicado seis libros: Nostalgia Angelical, El Ratero de la Libertad, Frescura de Amor, El precio de los Sueños( Cuentos premiados en certámenes literarios nacionales, Editorial Artemis Edinter, 2017); Las huellas del destino (Poemas premiados en certámenes literaios nacionales, Artemis Editner , 2018).
La Habitación del Ser (Pequeña Ostuncalco Editorial, 2019).
Su libro El precio de los Sueños fue finalista en el Festival Internacional Savannah, Georgia, Estados Unidos, en octubre de 2019.
Ha sido ganador de 85 premios literarios a nivel nacional e internacional, 43 en verso y 42 en prosa.
Es Maestro Homenajeado por la Asociación Magisterial Sanjuanera. Ha trabajado como docente en diferentes instituciones educativas en Guatemala.
Egresado de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Ha publicado seis libros: Nostalgia Angelical, El Ratero de la Libertad, Frescura de Amor, El precio de los Sueños( Cuentos premiados en certámenes literarios nacionales, Editorial Artemis Edinter, 2017); Las huellas del destino (Poemas premiados en certámenes literaios nacionales, Artemis Editner , 2018).
La Habitación del Ser (Pequeña Ostuncalco Editorial, 2019).
Su libro El precio de los Sueños fue finalista en el Festival Internacional Savannah, Georgia, Estados Unidos, en octubre de 2019.
Ha sido ganador de 85 premios literarios a nivel nacional e internacional, 43 en verso y 42 en prosa.
Es Maestro Homenajeado por la Asociación Magisterial Sanjuanera. Ha trabajado como docente en diferentes instituciones educativas en Guatemala.
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