Poemas de Eleonora Pereira

Retrato lunar y otros poemas de Eleonora Pereira  - El fonema

EXCLUSIVA PARA REVISTA LA FÁBRI/K/ / 9 DE OCTUBRE 2020 


Eleonora es una de las nuevas voces de la poesía guatemalteca, es miembro inicial del colectivo poético Atheneo de Guatemala, un grupo dedicado al estudio y escritura de la poesía académica; la temática de la poesía de Eleonora es variada pero muy íntima y cargada de imágnes sensoriales.  Hoy compartimos en la sección de El fonema cinco poemas de su autoría, que nos ha autorizado a publicar. 

Además compartimos un  enlace al blog de Eleonora: Aurora Nocturna, para quienes gusten conocer más de la obra de la autora. 

Luna
Fuente: Adrianesquick

Marte

Introducción:

Así, arriesgué la tela de mis huesos,

El interior del pecho ya gastado

Pero que aún palpita ilusionado,

Todo por adueñarme de sus besos. 


Áridos suelos cubro con mis pasos,

Mas, fue el paso del tiempo el asesino

De infertilizar suelo campesino

Y dejar la ilusión hecha retazos.


He intentado volver a darle vida

A quien la vida misma marchitó,

Y a guerra sempiterna condenó,

Aquella alma inocente y malherida.


Aquellos ojos cargan la tristeza,

Mientras la soledad besa su cuello

¿Por qué se me prohíbe su belleza?


¿Por qué el amor es cruel como el destello

Que por ratos alumbra y me hace presa

Dejando que el dolor sea mi sello?






Y yo que no poseo un arsenal

Mi defensa es la lluvia de éstas letras

Que brota de mis ojos a las grietas

De mi boca que es puesta al vendaval.


La gloria se me escapa de las manos

Al caer de rodillas cada noche

Pues mis palabras son como derroche

Y mis intentos suelen ser en vano.


Sabiendo que la guerra era inminente

Quise profundizar en su interior

Y quise demostrar que soy valiente


Pero, ¿para qué sirve el redentor

Si es puesto en el madero por la gente

A la que decidió darle su amor?



Retrato lunar



La tierra quiso verse reflejada

y con lienzo de carne pintó el ser

cuya maternidad dejó impregnada

y dio vida, nombrándola mujer.


De la luna sería fiel retrato:

inefable, sutil y tornadiza,

húmeda y delicada como brisa,

que ha hecho del amor su don innato.


Cada ciclo lunar desangraría

la llaga que en el vientre le fue impuesta

porque fecundidad es la respuesta

del signo natural que da la vida.


Crearía en su vientre todo el mundo:

Imperios erigidos en su nombre.

¡De cuánta bendición disfruta el hombre

al compartir con ella lo fecundo!


Musa, madre, guerrera y heroína,

llevaría el poder que no conoce,

poder de construir, y el acabose

dirigir si ella así quiere y destina.



Efervescencia



Sólo basta el fragmento de un segundo,

Basta sólo un relámpago, un instante

Que se convierta en todo, un detonante,

Para volver estéril lo fecundo.


Y para cuando mires mi semblante

Y veas que en la cólera me hundo,

La cordura me habrá dejado el mundo

Sin ella y con el caos dominante.


Dime que mi tormenta no te espanta,

Sé que puedo decir cosas hirientes.

Te lo suplico, ayúdame y aguanta,


¿Qué puedo hacer si soy efervescente

Y la sangre se cuece en mi garganta

Expulsando alaridos incongruentes?



Rostro Acuarelado


Un rostro acuarelado poseía,

cargaba el carmesí por todo el rostro

a orillas de sus pómulos y al borde

del seductor perfil dulce y angosto

que un dios había esculpido como acorde

musical que recuerda a un vals de agosto.


La fragancia mezclada con tabaco,

perceptible en su cuello y su melena,

(Cabello que a cualquiera seducía

por sus rizos castaños en colmena)

es capaz de guiarte a la agonía,

es capaz de imponerte una condena.


Un rostro acuarelado enamoraba,

con todas las facciones que tenía,

como sus ojos parvos de felino

y la bella hendidura en la barbilla

que hacían de su ser un ser divino,

una escultura onírica de arcilla.




Otra historia de desamor



Hoy sólo es el recuerdo de lo trágico

Lo que mantiene a flote nuestra historia:

Y es porque pesan más en la memoria

La desgracia y desdicha que lo mágico.


Íbamos por la vida cabalgando

y justo te advertí que caería,

entonces preguntaste si valdría

la experiencia, a pesar de ir errando.


Y te dije que sí aún con miedo,

Entonces me agarré de tu cintura

A sabiendas de que era una locura

Y queriéndote más de lo que puedo.


Y a pesar de lo fuerte que sostuve

Tu cintura, caí, pero seguiste,

Y a pesar de que no sé a dónde fuiste

A las ganas de hallarte, las contuve.


Y oí como el galope se alejaba

Y se enraizaba el cuerpo con la tierra

Pero esto, corazón, no era la guerra

Y te solté con todo lo que amaba.


No te niego que a veces en silencio

Escucho las noticias de tu senda.

Me alegro que haya alguien que comprenda,

Lo que no comprendí yo en tu silencio.



Hija de Marte.


Escritora Eleonora Pereira


Eleonora Pereira | Ciudad Vieja, Guatemala

Nacida en la Ciudad de Guatemala en 1996. 

Desde muy temprana edad sentía la necesidad de absorber las letras, y luego de moverse con su familia a Antigua Guatemala, comenzó a observar el ejemplo de escritura de su papá: Luciano Pereira.

«Mi papá sin duda ha sido un pilar fundamental para mi impulso literario. Tanto como su estante lleno de libros, como sus escritos dedicados a mi mamá que de vez en cuando lograba leer, me motivaron a escribir aunque fuese sólo un pasatiempo. Comencé escribiendo prosa, e intentos de verso sin medida, escribiendo algunas entradas tumblr, y en algunos cuadernos.» dice Eleonora

En el 2017 se integró al grupo Atheneo de Guatemala, gracias al llamado de Pablo Bejarano quién además ha sido su mentor en el mundo de las letras. Atheneo ha sido una gran revolución en la vida de Eleonora, ya que sus trabajos son  parte de la primera antología poética:  Minervalia (2018)

Fue invitada en el programa Radial Versos Bohemios en Radio Antigua en 2018, cuando aún existía.

En 2020 y gracias al Atheneo de Guatemala publicó su primer poemario Álter Ego. La publicación se celebró en el Museo Santo Tomás de Aquino el 22 de febrero, en compañía de los miembros del Atheneo y como invitado, el cantautor Pedro Boche. 

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